Marcela Jiménez
En el 2013, la población laboral de Centroamérica estaba compuesta en un 6% por baby boomers, 54% generación X y 40% por millennials. La realidad que reflejan las cifras mostradas por PriceWaterhouse Cooper es que la fuerza laboral se encuentra ahorita en un proceso de renovación, donde el mayor peso gerencial cae sobre aquellos mayores de 34 años pero menores de 54.
Para Jorge de Merzeville, senior manager de servicios de consultoría en recursos humanos de PwC, el problema se dá cuando los jefes no saben cómo potenciar el crecimiento de los millennials; mal impulsados en gran parte por tres estereotipos que rondan a los más jóvenes. “Mucho de lo que se dice de los millennials no es cierto, o es sólo cierto a medias”, advierte el experto.
También puede leer: Los problemas que surgen al trabajar con millennials
1. Falta de lealtad. De acuerdo al consultor, actualmente el 34% de la fuerza laboral de Costa Rica tiene menos de un 34 años, una cifra que a nivel mundial se espera aumente al 50% para el 2020. Sin embargo, la generación del milenio es tildada de poco comprometida, cerrada a las críticas y necesitados de reconocimiento excesivo. “Esto es parte estereotipo y parte realidad, pero es solo una cara de esa realidad”, aclara.
Al contrario de lo que se cree, de Merzeville afirma que el millennial busca constante retroalimentación, muy diferente del baby boomer que ni la busca, ni la dá y si lo hace es muy poco asertivo. Todo forma parte de otro de los mitos, no es necesidad de ser reconocidos, “es que les gustan los retos y les gusta sentir que trabajan con personas que realmente se interesan por ellos”.
Además: 5 razones por las que su talento quiere irse de la empresa
2. Trabajo de 8 a 5, ¡no más! Al tiempo que crecían, la generación Y fue testigo de la dedicación que sus abuelos y padres dieron a sus jefes y a las compañías que los emplearon. Pero también vieron como muchos de sus figuras cercanas fueron despedidas luego de 20 años de arduo trabajo. “Entonces no nos extrañemos que no quieran dedicarle una vida a su trabajo, ni que sean ciegamente fieles”, señaló.
3. La moda de la flexibilidad. Relacionado a lo anterior, de Merzeville resume otro de los mitos en la siguiente afirmación “me encanta mi trabajo, ¡pero que no choque con mis clases de yoga!”. Aunque la realidad no es tan drástica, lo cierto es que el Y valora la flexibilidad y el trabajo por objetivos, de forma que los horarios se ajusten a la carga de trabajo que tenga en el momento. Lo mismo sucede con el espacio físico donde se desempeña, para ellos la oficina no es el único ambiente óptimo.
Más información en: ¿Cómo cazar al mejor talento de Centroamérica?
A las palabras de Jorge de Merzeville se suma Silvia González, associate manager de la división de People & Change de la misma firma, quien concluyó que la falta de compromiso que se le adjudiva a lso millennials se debe a la falta de alineamiento entre las prioridades de la compañía y las de la población que la integran.