Casi el mismo año en que la televisión a colores entrara a Honduras, surgió una de las empresas emblemáticas que recuerdan dos generaciones. Ivonne´s Beauty Salón, cumple en octubre 50 años en el mercado hondureño, y su buen desempeño dentro del rubro de salones de belleza les permite mantenerse con un crecimiento de 3,5% anual.
Su administradora, Ivonne de Lourdes Nasser, pertenece a la quinta generación de peluqueros de su familia, sin embargo fue su madre, Ivonne Emilia Bertot, quién fundó el 21 de octubre de 1967, la marca en la que todo aspirante a estilista desea trabajar.
El salón destaca por ser la primera opción en cuidado personal para figuras nacionales e internacionales, pero es la atención al cliente de clase media su fuerte. Fue fundado en el Barrio Abajo de la ciudad de Tegucigalpa, y luego se trasladó a su propio edificio en el barrio La Plazuela, siendo sus años de gloria los ochenta y noventa.
Posteriormente el cambio de la economía que significó el paso del Huracán Mitch, obligó a repensar el negocio, por lo que en el año 2000 decidieron fundar una sucursal en bulevar la Hacienda y dos años después, el tercer salón en avenida La Paz.
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El impacto de este fenómeno meteorológico dejó huella en cientos de emprendimientos, por eso la empresaria Ivonne Nasser, señala que tras un momento de crisis, es vital que un líder analice el tipo de servicio que puede dar con excelencia.
“Tras ese período, analizamos hacia que segmentos íbamos a crecer y que áreas debíamos fortalecer, por eso nos quedamos en el área de servicio de peluquería y faciales”, comenta.
Uno de los valores que hace sobresalir a las compañías, agrega, es el respeto y honestidad dentro del empleo y hacia el cumplimiento de las leyes del Estado. “No solo se trata de atender a una clientela, recomendamos con honestidad los tratamientos que ellos necesitan más allá de sacar un provecho económico. Además somos muy rigurosos con el cumplimiento al fisco”, apunta.
La compañía da empleo a unas 100 personas, y la mayoría de los colaboradores tiene muchos años laborando bajo un código estricto donde “debe mantenerse la ética y valores morales. Nuestro lema, es: ´Si quieres trabajar conmigo debes sentirte feliz, si no lo eres, no pertenece a mi grupo´”, enfatiza.
La empresaria detalla que entre las innovaciones que los hizo sobresalir en el pasado, destaca el fundar la primera peluquería para caballeros lo que permitió convertir la compañía en una empresa familiar. Hoy día Este salón está presente todos los años en la International Beauty Shows (IBS) de Chicago y uno de los planes más ambicioso es convertirse en una franquicia nacional, cuya raíces se extiendan en ciudades importantes del país.
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Vencer el miedo
En ciudades como Tegucigalpa y San Pedro Sula, existe unos 6.000 salones sin embargo muchos de estos negocios no son sostenibles en el tiempo debido a factores como los tributos y el miedo a innovar. La actual transformación digital, no parece ser un problema para este negocio, que es uno de los pocos que aplican tecnología que permite realizar un análisis de salud al cabello y personalizar champús.
Asimismo “hay avance en la aplicación de permanentes que antes tardaban un día y ahora se puede lograr el mismo procedimiento con líquidos especiales, en apenas 20 el primer paso y 5 el segundo”, comenta.
Honduras según la empresaria es el país que mejores peluqueros tiene, por lo que en los distintos seminarios y congreso existe una diferencia notable en la calidad que está trabajando en comparación con el mercado regional. “La escuela y academia que hubo en años anteriores ha sido clave para tener un mercado competitivo, sin embargo aún persiste la deuda por especializar a los nuevos salones de belleza que está surgiendo como maquilas sin bases para mostrar la calidad que poseen los viejos salones”, detalla.