En Nicaragua el apoyo a la democracia ha disminuido drásticamente entre 1996 y 2016, período durante el cual descendió de 59% a 41%, según el último reporte de Latinobarómetro, organización no gubernamental chilena que cada año sondea la opinión pública diferentes temas en los países de la región.
“La democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno”, fue la afirmación que se presentó a un mil personas en Nicaragua -muestra probabilística con base en el censo poblacional de 2005- la encuestadora Cid Gallup.
Sólo el 41% de los encuestados respondió afirmativamente en 2016, siendo este el segundo índice más bajo de los veinte años, superado sólo por el 39% que se registró en 2004, mientras era presidente Enrique Bolaños Geyer (2001-2007), político libero-conservador (derecha) que estuvo en la presidencia hasta el 10 de enero de 2007, cuando entregó la banda presidencial al sandinista (izquierda) Daniel Ortega Saavedra.
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Los niveles de apoyo más altos a la democracia en Nicaragua han sido durante los gobiernos presididos Violeta Barrios de Chamorro (1990-1997), cuando se alcanzó 68% (1997); y Arnoldo Alemán Lacayo (1997-2001), cuando se alcanzó 72%.
A partir del 2007, con el retorno de Daniel Ortega Saavedra al poder, el apoyo a la democracia -que había disminuido durante la administración de Bolaños Geyer- alcanza 61% y comienza a disminuir desde entonces hasta 41% en 2016.
Sin embargo, según el Latinobarómetro, el presidente Daniel Ortega Saavedra es el segundo más popular, con el 69% de aprobación popular a su gestión gubernamental, superado levemente por el gobernante dominicano, quien obtuvo 76%.