Ante la tendencia de un mundo cada vez más digitalizado, Guatemala accionó en materia de firma electrónica al establecer el Decreto 47-2008, Ley para el Reconocimiento de las Comunicaciones y Firmas Electrónicas, que contempla la necesidad de allanar el camino para el crecimiento económico del país, por medio de un proceso de inserción en las corrientes del progreso mundial, en forma sostenible y equitativa.
De acuerdo con Skarlette Anthone, Directora Ejecutiva del Registro de Prestadores de Servicios de Certificación del Ministerio de Economía, la firma electrónica avanzada se puede definir como un conjunto de datos que poseen algoritmos matemáticos que ayudan a hacer un resumen de lo que se podría escribir en un libro o documentar en un contrato privado.
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“Lo que hace la firma electrónica avanzada es encriptar toda esa información, es decir, cada letra y cada número, inclusive los espacios, lo que la hace más robusta y fuerte. Por tal razón, querer piratear o ‘hackear’ este algoritmo se hace casi imposible”, afirma Anthone.
Actualmente en Guatemala están autorizadas las firmas electrónicas para para personas individuales, profesional titulado, funcionario público, representante legal y entidad jurídica o empresa en general.
Kristine Bouscayrol, del Departamento Corporativo y Propiedad Intelectual de Alegalis, explica que el uso de la firma electrónica avanzada tiene muchas ventajas para las empresas, dentro de las cuales están: facilitar la firma de los documentos y contratos, asegurar la identidad de la persona que firma el documento, así como la integridad del mismo.
Además, ayuda al medio ambiente, ya que no es necesario imprimir el documento electrónico para que tenga validez, lo cual reduce el uso del papel y en consecuencia los gastos de la empresa. También agiliza la gestión interna de los procesos de la empresa en donde es necesario la firma de varias personas en un documento, y da acceso remoto a éste desde cualquier lugar, tanto dentro como fuera del país.
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La firma electrónica avanzada es una herramienta tecnológica que permite a las empresas y al gobierno optimizar sus recursos y procesos, sin embargo, asegura Bouscayrol, en Guatemala esta herramienta no ha sido aprovechada por falta de información y confianza en la tecnología. “Considero que las empresas y el gobierno deben de ir desarrollando y aprovechando las herramientas que nos proporciona la tecnología para ir mejorando y hacer más eficiente los procesos internos y externos de cada uno”, refiere.
Como una estrategia para impulsar su uso en el país, se llevó a cabo el foro “Cómo utilizar la firma electrónica para garantizar las comunicaciones y transacciones electrónicas”, en el que participaron autoridades de la Asociación Bancaria de Guatemala (ABG), la Escuela Bancaria de Guatemala (EBG) y del Registro de Prestadores de Servicios de Certificación.
En dicho foro se resaltó que esta herramienta será de mucha utilidad, por ejemplo, cuando llegue a los bancos y un cuenta habiente la utilice para una tarjeta de crédito. “Cuando se realice la transacción, se identificará plenamente que el usuario es el auténtico propietario del plástico. En el otro extremo de la transacción, la persona que recibe la confirmación tendrá certeza sobre la identidad de quien emite la firma electrónica”, se detalló.
Hoy en día en Guatemala dos empresas registradas para brindar el servicio de certificación: la Cámara de Comercio de Guatemala y firma Registro Digital Prisma S.A. Por el momento, el Gobierno no posee ninguna, sin embargo ya está en proceso el análisis para determinar quién podría ser la entidad de gobierno más competente para emitirla.
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