Cada año, los emigrados de América Latina y el Caribe realizan unas 250 millones de transferencias separadas de dinero a sus países de origen, según datos del Banco de Desarrollo Interamericano (BID). Una cifra que, en promedio de unos US$300, y que remesas supera holgadamente al de todas las fuentes de ayuda externa para la región.
Incluso en algunos países de la zona, este indicado constituye más de 10% del PIB, pero, cuánto se ha modificado esa contribución en los últimos años.Frente a la celebración de los diez años de Mercados & Tendencias hacemos un repaso de cómo ha evolucionado este indicado en la región.
Puntualmente, se reconoce una baja en Panamá, donde ha cedido espacio, desde los US$245 millones en 2007, a US$101 millones para 2016. En el resto de países se registra un incremento.
Tomando como referencia los datos de los Bancos Centrales de Centroamérica le mostramos las cifras de las remesas haciendo una comparación entre el año 2007 y en año en curso 2016.