Redacción/EFE
"Los números no mienten", reconoció el presidente de la compañía, Steve Easterbrook, al justificar el "giro radical" en la gestión de la cadena de comida rápida, con 36.000 locales alrededor del mundo.
Con respecto al 2014, sus ganancias bajaron un 15% y los ingresos descendieron un 2%, con una caída de ventas del 4% sólo en los restaurantes de la compañía, frente a un ligero crecimiento de los locales operados con franquicia.
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Con un comunicado, en un vídeo explicativo y una conferencia telefónica con inversores, se detalló la reorganización de la estructura de la empresa, que quedará dividida en cuatro segmentos, y Estados Unidos sería uno de esos.
Según el desarrollo comercial de la marca en las diferentes zonas geográficas, el segundo segmento incluirá Australia, Canadá, Francia, Alemania y el Reino Unido; la tercera sesión China, Rusia y España, entre otros; para finalizar con una cuarta, que comprender cientos de países donde la firma opera como modelo de franquicias.
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Los planes de la empresa también contemplan aumentar la proporción de los restaurantes operados con franquicia, para pasar del 81% actual hasta el 90% hasta fines del 2018, lo que implicará revisar el estatus de unos 3.500 locales.
Los directivos de la firma quieren imprimir "innovación, transformación y mayores riesgos", a la vez de mejorar la calidad de su comida, y también la percepción que se tiene de sus productos.
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Una vez conocido el plan y los detalles que dio McDonald's en la conferencia telefónica con inversores, los títulos de la firma estaban perdiendo un 0,22% a media sesión de Wall Street, a pesar de que el mercado estaba operando con ganancias.