Esta es la principal conclusión del Quinto Informe del Estado la Región, hecho público hoy en Ciudad Guatemala. En el que se recopilan los principales desafíos de los países. Este es un estado de cinco hallazgos del informe:
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Débil estructura productiva
Luego de la crisis económica, Centroamérica tuvo un crecimiento económico moderado entre 2010 y 20114, cercano al 4%, pero insuficiente para mejorar el bienestar de la población. Sumado a eso, la coyuntura internacional, limitaron la transformación productiva de la región.
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En general, el informe señala, que los países mantienen una producción sustentada en la sobreutilización de su patrimonio natural o en las capacidades institucionales para impulsar el desarrollo. En consecuencia más la mitad de la población regional se ve afectada por algún grado de pobreza.
En 2014 aproximadamente 26, 5 millones de personas, que representan el 59% de la población, tenían al menos una necesidad básica insatisfecha; pero se observan dos realidades, mientras en Guatemala y Nicaragua la cifra crece a 63% y 78% respectivamente; en Costa Rica y Panamá la incidencia es cerca de la mitad o menos (22%y 35%).
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Mayor militarización
El fortalecimiento de los ejércitos y su creciente presupuesto. El informe recalca que en los últimos diez años las fuerzas armadas de la región se fortalecieron, tanto en compra de armas y equipos como el aumento en los recursos humanos empleados en las distintas aéreas (fuerza armada, policía militar, naval, etc)
Por ejemplo en la compra de armas y equipos a los EE.UU. el monto ascendió a US$2015 millones entre 2004 y 2014; y el 75% de ese monto fue realizado por Honduras. Además la cantidad de personas empleadas en los ejércitos, en el caso particular de Guatemala y EL Salvador, aumentaron más de un 50%, entre 2008 y 2014.
Para 2015 a nivel regional cerca de 73 mil personas estaban empleadas en los ejércitos. “Por supuesto este incremento en armas y personal implicó un aumento en el presupuesto de gasto militar, que en el caso de Honduras se elevó a más tres veces, paso de US$9 por habitante a US$30 dólares” explica Alberto Mora, Coordinador del Informe.
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Deudas peligrosas
El endeudamiento de los países ha venido creciendo los últimos años como una forma de financiar los crecientes déficit fiscales. Hay algunos países que si no logran impulsar reformas para aumenta los ingresos o disminuir el gasto van a enfrentar en el mediano plazo situaciones de riesgo de insostenibilidad y el caso más crítico es El Salvador donde, por llegar al año 2019 el 75% del PIB; en Honduras a un 70% y en Costa Rica el 55%.
Por otro lado se reconoce que pese a las reformas fiscales aprobadas en los últimos años, con la excepción de Costa Rica donde no se dio, la estructura continua siendo regresiva, concentrada en impuestos indirectos, que limitan las posibilidades de disminuir los altos niveles de desigualdad.
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“Esto a su vez impide elevar la carga tributaria que pese a las reformas continúa siendo baja, tanto si nos comparamos con la tasa promedio de América Latina como con los países más desarrollados” aclara Mora.
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Bono demográfico
El informe también alerta sobre la cuenta regresiva del bono demográfico que ocurriría para 2020 en Costa Rica y Panamá y se prolongará hasta 2050 para Guatemala y los países mantienen enormes pendientes en temas de aprovechar ese fenómeno.
Por un lado se plantea que para los jóvenes de 15 a 24 años en exclusión social, sus tasas de desempleo duplican o triplican las tasas de desempleo promedio a nivel nacional. En todos los países sucede que 6 de cada 10 de estos jóvenes están fuera del sistema de educación.
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“También se evidencia que hay países donde el mercado laboral es más exigente en nivel educativo para insertarse, como es el caso de Costa Rica donde el desempleo juvenil es mayor que en otros países”, agrega Mora.
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Crecimiento desordenado
El área urbana de los países se triplicó en los últimos cuarenta años, prácticamente el territorio pasó de 33 mil hectáreas en 75 a 99 mil en el 2014. Lo grave de esta expansión es que además de acelerada, ha sido sin planificación. Panamá fue el de mayor crecimiento con niveles superiores al 300%.
Esta expansión se ha dado mucho hacia la periferia y alrededor de los principales ejes viales. Lo cual tiene implicaciones importantes para los Estados, porque deben hacer inversiones importantes en infraestructura de servicios para habilitar esos nuevos territorios, y además tiene impactos ambientales.