Así se dio a conoce durante el foro “Comercio ilícito en Centroamérica: Experiencias, avances y desafíos”, organizado por la Cámara Costarricense – Norteamericana de Comercio (AmCham) y el Ministerio de Hacienda de Costa Rica, el cual reunió a representantes de Costa Rica, Honduras y Guatemala, quienes coincidieron en que este flagelo, así como las actividades de crimen organizado que financian, deben combatirse en bloque para que se logren resultados más significativos.
El comercio ilícito afecta las finanzas públicas, puede tener impactos importantes en la salud de las personas, en la creación de empleo y en el cumplimiento de estándares legales para garantizar la seguridad de la población. Darle la importancia en el ámbito legal, administrativo y judicial es fundamental.
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“El comercio ilícito debe ser ubicado en el sitio que le corresponde, como uno de los problemas más serios que implican la participación del crimen organizado y con más impacto en la actividad económica del sector privado”, expresó Fernando Rodríguez, viceministro de ingresos del Ministerio de Hacienda de Costa Rica.
Actualmente, el comercio ilícito se ha convertido en una acción lucrativa por el relativo bajo riesgo que poseen sus actores, lo que se traduce en grandes ganancias para las redes criminales y financiamiento del terrorismo y además, desencadena impactos negativos en la sociedad centroamericana. Hoy día se comercializa ilegalmente lotería, licores, cigarrillos, artículos de cuidado personal, llantas, alimentos, entre otros.
De acuerdo con el estudio “Resultados del flujo fronterizo de actividades ilegales” del Global Financial Integrity, anualmente ingresan a los países de la región centroamericana entre US$70.000 y US$85.000 millones en mercancía provenientes del comercio ilícito, con un flujo financiero ilícito en Centroamérica de US$154.532, entre los años 2003 y 2012.
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Asimismo, se ha comprobado que la mayoría de productos que se comercializan como contrabando provienen de distintos países, principalmente asiáticos. Estos productos pasan por zonas libres de la región, como Panamá y Belice, para llegar listos a sus destinos. Es por esto que, en el Foro, se resaltó la necesidad de regular dichas zonas de forma apropiada para lograr un equilibrio entre el libre comercio y la lucha contra el comercio ilícito, que se aprovecha de estas zonas libres para lograr sus propósitos.
Por ende las autoridades apuntan que para combatir este flagelo, es fundamental emular prácticas y acciones de países que han logrado judicializar y condenar casos comprobados de comercio ilícito o crimen organizado, con el fin de evitar que el contrabando, la subfacturación, la evasión fiscal, la falsificación, la piratería, y demás actividades ilícitas se magnifiquen con el paso del tiempo.