Desde hace tres años, el sistema financiero guatemalteco ha sido tachado como una “zona roja” en lo que corresponde al tema de lavado de dinero, según recuerda Miguel Gutiérrez, director del área macroeconómica de la Fundación Economía y Desarrollo (FED). Esto, asegura el experto, ha tenido efectos adversos sobre el sector, incluyendo la reducción de corresponsalías hacia la banca local.
Sin embargo, “lo que estamos viendo hoy, lejos de dañar puede generar una inflexión en la tendencia que tenemos en torno a la imagen de la banca, en términos generales, para poder revertir los problemas de corresponsalías que está enfrentando este sector”, aseguró.
Y su opinión es compartida por el superintendente de Bancos, José Alejandro Arévalo, quien califica de “estable, sólido y solvente” al sistema bancario de este país, aún luego del sismo social desencadenado recientemente, cuando la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y el Ministerio Público (MP) dieron a conocer el Caso Cooptación del Estado, una red de corrupción que involucra a varios ex funcionarios, empresas privadas, medios de comunicación y bancos.
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De acuerdo con Arévalo, los eventos relacionados con las diligencias llevadas a cabo por el MP, se relacionan con personas en lo individual y no con entidades bancarias, en referencia al señalamiento en contra de Flavio Montenengro, gerente general del Banco G&T Continental, y Fernando Peña, presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo Rural (Banrural), a quienes se les vincula con la red criminal dedicada al cobro de comisiones ilegales.
Llamado a la calma
“El movimiento de las operaciones bancarias debería de seguir normalmente. La SIB emitió un comunicado para que los usuarios de los bancos se calmen, pues hay que separar las responsabilidades individuales de la de los bancos en sí”, aseveró Carlos González, ex gerente general del Banco de Guatemala e investigador principal de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES).
González agregó que ahora corresponde esperar para saber cuáles serán las consecuencias para los implicados, si va a haber detención o multas pecuniarias, sanciones que establece la Ley de Lavado de Dinero cuando se utilizan las instituciones como medios para manejar fondos de dudosa procedencia.
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Ante el panorama nacional, González también recomienda una revisión de toda la legislación referente al lavado de dinero, ya que “estas experiencias que se están viviendo en el país indican que algo está fallando o está haciendo falta”, dijo el investigador de ASIES, quien asegura que pese a las imputaciones contra Montenegro y Peña, el sistema bancario guatemalteco, en general, luce sólido y no hay lugar para el pánico por parte de la población.
Sistema opera con normalidad
Y es que ante la expectativa que causó entre la población guatemalteca la aparición del Banco G&T Continental y Banrural en la lista de involucrados en el caso promovido por la CICIG y el MP, el Superintendente de Bancos, por medio de un comunicado de prensa, aseguró que ambas entidades bancarias están operando con normalidad.
José Alejandro Arévalo también aseguró que la Superintendencia de Bancos (SIB) se encuentra ejerciendo vigilancia permanente de las entidades que conforman el sistema financiero supervisado, con el objetivo que administren adecuadamente los riesgos que asumen, en beneficio de la protección del ahorro nacional.
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Por su parte, ambas entidades bancarias señaladas de participar en una “gran maquinaria de lavado”, según Iván Velásquez, Comisionado de la CICIG, han salido al paso para defenderse de las acusaciones.
El Banco G&T Continental aseguró contar con solvencia y liquidez para garantizar los depósitos de sus clientes y afirmó contar con una “estructura gerencial robusta que permite la continuidad normal y cotidiana de todas nuestras operaciones”.
En la otra trinchera, Banrural detalló que sigue trabajando “con normalidad para sus más de 5 millones de clientes”. No obstante, el 6 de junio la entidad separó de su cargo a Fernando Peña Pérez, así como a otros dos directivos implicados en el caso, Abner Fonseca y Edin Barrientos, quienes fueron capturados la semana anterior.