Un informe de la calificadora detalla que las calificaciones de la mayor parte de los bancos en la región tienen una Perspectiva Estable y resalta que la gestión de los riesgos no financieros ha incrementado su importancia en la industria bancaria de la región.
Esto debido a que eventos recientes asociados a alegaciones por lavado de dinero o actos ilícitos por parte de instituciones o ejecutivos bancarios, en Guatemala, Honduras y Panamá, demuestran que los controles de riesgo y los estándares de gobierno corporativo aún presentan debilidades importantes en algunas entidades.
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En cuanto a la influencia del entorno operativo, Fitch considera que los riesgos potenciales de deterioro en algunos países podrían afectar la calidad de sus activos y capital, o la estabilidad de sus ingresos y fondeo. Por ello, expone que los bancos que presenten una resistencia mayor serán aquellos con un modelo de negocio y estrategias consistentes y de largo plazo, controles internos fuertes y buena capacidad de absorción de pérdidas.
Según la calificadora, el crecimiento crediticio de la región en 2017 será similar al de 2016, aunque hay riesgos a la baja por los vientos en contra en la economía de algunos países.
Asimismo, los sistemas bancarios mantendrán la tendencia de rentabilidad, pero el nivel de ésta variará entre los países. “Los bancos nicaragüenses y dominicanos sostendrán una buena rentabilidad, mientras que los bancos panameños, salvadoreños y guatemaltecos estarán por detrás de sus pares”, resalta.
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Estabilidad regional
Para países como Costa Rica, la agencia calificadora presenta para 2017 una perspectiva estable aunque con una rentabilidad de la banca presionada debido a los ajustes en la metodología de cálculo de la tasa de interés de referencia en colones, implementados por el banco central en 2016. Además, se prevé que el crecimiento crediticio seguirá modesto e inferior al 10%, mientras que la dolarización continuará como una fuente importante de riesgo en el sistema bancario costarricense.
En el caso de El Salvador, en opinión de Fitch, la rentabilidad de la banca salvadoreña continuará presionada por el margen de interés decreciente y costos crediticios altos, aunque presenta una capitalización sólida, pese a la baja generación interna de capital promedio del sistema bancario. Sin embargo, la agencia indicó que sus proyecciones son sensibles a cambios en el ambiente político y de negocios del país.
Para la banca guatemalteca, Fitch anticipa un crecimiento de préstamos de entre 5% y 10% para 2017, aunque la rentabilidad seguirá baja. Según la agencia, los bancos guatemaltecos continuarán mostrando uno de los mejores niveles de calidad crediticia dentro de la región, pero la morosidad seguirá sosteniendo su tendencia al alza de los últimos años. Además, se resaltó que no se descarta la posibilidad de que se publiquen nuevos reportes por parte de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) con respecto a lavado de dinero y alegaciones de pagos ilícitos, como los que se observaron el año pasado. “No obstante, estos eventos no afectarán la calificación de los bancos si las acusaciones son dirigidas a individuos y no a instituciones, como fueron los casos de 2016”, detalla el informe.
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Para Honduras, se espera que el crecimiento crediticio alcance un 10% mientras que la rentabilidad de los bancos permanecerá moderada. Por otro lado, el sector tiene una perspectiva negativa alineada con las expectativas de Fitch sobre el deterioro de cartera y sobre la cobertura de reservas y rentabilidad menores. Sin embargo, la agencia considera que el perfil crediticio de la banca se mantendrá adecuado, en la ausencia de eventos reputacionales que afecten su capacidad de absorber pérdidas o la estabilidad de su fondeo.
Por otro lado, la perspectiva del sector bancario de Nicaragua es estable y se expone que éste posee niveles buenos de rentabilidad, los cuales Fitch estima que se mantendrán similares en 2017, influenciados por el entorno económico positivo. Asimismo, se prevé que los bancos del país mantendrán sus calidad crediticia buena, la cual ha mostrado indicadores de morosidad promedio de 1.4% en los últimos cinco períodos y Fitch espera que permanezcan cercanos a 1% en 2017.
En República Dominicana, la perspectiva del sector bancario cambió a Estable desde Positiva, basada en el impacto que una política monetaria más restrictiva y la exposición creciente en el sector público, entre otros factores. Fitch también anticipa que el sector continuará beneficiándose del crecimiento económico alto, el cual espera que alcance 5% en 2017. Sin embargo, la agencia expone que los bancos dominicanos seguirán enfrentado los retos de las medidas inesperadas de política monetaria, producto de las vulnerabilidades fiscales y externas del país.
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Mientras tanto, fueron los eventos de corrupción ocurridos durante 2016 que, según Fitch, han dado forma a la tendencia de Panamá para los próximos años. Según el informe, en 2017 el riesgo reputacional y conductual continuará como una preocupación central tanto para los participantes del sector financiero como para los reguladores. También se detalló que la economía aún tendrá un desempeño sólido, pero su dinamismo menor conllevará un crecimiento crediticio más prudente, mientra que la perspectiva de desempeño es estable para los bancos panameños, pero el riesgo de deterioro continúa.