Los efectos económicos de la crisis política, desencadenada por el arrebato de la personería jurídica a los partidos de oposición y la destitución de diputados adversarios del gobernante Daniel Ortega Saavedra, empiezan a sentirse en el país.
Una reciente encuesta realizada por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) revela que la opinión favorable de los empresarios sobre el clima de negocios cayó 11% y la opinión positiva del entorno económico disminuyó 26% en el mes de julio.
Asimismo, la encuesta -entre abril y julio- muestra que disminuyó un 10% la intención de invertir en Nicaragua, pasando de 32% a 22%, de acuerdo con los empresarios encuestados, quienes también advierten la disminución de 5% en la intención de contratación de talento humano.
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No obstante, Juan Chamorro, director ejecutivo de Funides, advirtió recientemente que esta encuesta fue realizada antes de la destitución de los 28 diputados, por lo que en la próxima encuesta dicha percepción podría seguir cayendo.
¿Qué espera el sector?
Con la suspensión de la personería jurídica de varios partidos políticos opositores y la destitución de 28 diputados, las autoridades electorales provocaron un sismo en la clase política del país, de tal magnitud que el gobierno de Estados Unidos expresó su “profunda preocupación” y exhortó a las autoridades nicaragüenses a garantizar los espacios democráticos.
Diversas voces se han alzado en Nicaragua y en el extranjero en contra de la medida legislativa que mutila las aspiraciones de la oposición política a Ortega Saavedra, la más prominente es la de John Kirby, portavoz del Departamento de Estado del gobierno estadounidense.
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“Estados Unidos se encuentra profundamente preocupado por las acciones del Gobierno de Nicaragua y de la Corte Suprema de Justicia que han cerrado los espacios democráticos” y urge “de manera categórica al Gobierno de Nicaragua a crear un entorno más propicio para la realización de elecciones libres y justas que permitan al pueblo de Nicaragua decidir el futuro de su país”, dice una declaración oficial de Kirby.
Por otro lado, los empresarios consideran necesario “un profundo proceso de concertación” para evitar el deterioro de la economía nacional como consecuencia de la tensión electoral en el país, cuyo clímax será el próximo el 6 de noviembre, cuando se elija a la próxima administración.
“Esperemos que los espacios democráticos no se cierren para que continúe la relativa paz social y el crecimiento económico del país”, expresó Chamorro, quien confía en la madurez de los dirigentes políticos del país para evitar un descalabro socioeconómico.
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Mario Amador Rivas, directivo de la Cámara de Industrias de Nicaragua, considera que la actual situación política tiene repercusiones negativas especialmente entre los inversionistas extranjeros que ven al país como un destino riesgoso para sus inversiones.
Mientras tanto, Rosendo Mayorga -presidente de la Cámara de Comercio y Servicios de Nicaragua- advierte sobre la disminución de la actividad comercial como consecuencia de la disminución de dinero circulante.