Incentivar el comercio con ayuda de los tratados comerciales establecidos, potenciar la participación del sector privado en los proyectos país y lograr el desarrollo de iniciativas de energía sostenible en la región, fueron parte de los temas de interés en Centroamérica que el mandatario estadounidense Barack Obama sostuvo durante su mandato.
Durante la visita que realizó el mandatario al Foro de líderes empresariales de Centroamérica en 2013, en Costa Rica, Obama destacó el gran potencial que tiene el sector privado para el desarrollo de Centroamérica, y abogó por fomentar en la región el tema de integración, así como la necesidad de trabajar en conjunto sobre un buen gobierno y el libre mercado para potenciar la competitividad.
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En el tema energético, un problema compartido por los centroamericanos, Obama propuso crear un mercado de compra y venta de electricidad regional, en torno al desarrollo de una economía de escala y recalcó la obligatoriedad de partir de un marco reglamentario para que se envíe la electricidad de un país a otro y lograr un beneficio común.
Como parte del tema de energía sostenible dijo que el papel de Estados Unidos es seguir trabajando con la región en el desarrollo de más y mejores fuentes de energía limpia. Y aunque no descartó que Centroamérica pueda convertirse en uno de sus socios en la importación de gas licuado, reconoció que es una decisión que aún no se ha tomado.
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Acciones migratorias
A pocos días de concluir su mandato, el presidente estadounidense terminó con la ventaja inmigratoria que tenían los inmigrantes de Cuba en EE.UU., la política “pies secos, pies mojados”, la cual permitía a los cubanos la posibilidad de obtener la residencia permanente un año después de llegar a EE.UU, incluso si lo hacían ilegalmente, siempre que no fueran interceptados en el mar.
Esta noticia dividió la opinión de los centroamericanos, ya que la medida podría significar un alivio para la región ante el flujo migratorio irregular, pero también una nueva carga, ya que América Central es utilizada por miles de migrantes ilegales, incluidos los cubanos, como puente hacia Estados Unidos. Y es que en 2,015 e inicios del 2,016 la situación llegó a ser crítica en Panamá y Costa Rica, cuando miles de isleños quedaron varados en estos países, debido a que Nicaragua les cerró la frontera alegando riesgo a su seguridad.
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Para el ex embajador de Panamá ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Guillermo Cochez, el anuncio va a representar una carga adicional para el Gobierno de Panamá y para todos los Gobiernos centroamericanos que tengan cubanos en tránsito hacia el país norteamericano. Por su parte, el Gobierno de Costa Rica aboga por que los flujos migratorios en la región y desde la región sean regulares, seguros y ordenados, de tal forma que se resguarden integralmente los derechos humanos y la dignidad de las personas migrantes y sus familiares.