“Al cierre de 2016 e inicios de 2017 existe un franco deterioro en las condiciones económicas de El Salvador, lo que se manifestó en la pérdida de 33,110 empleos formales entre noviembre de 2016 y marzo de 2017, y en el impago de deuda pública en abril de 2017″, señaló Álvaro Trigueros, director del Departamento de Estudios Económicos (DEC) de Fusades.
A tres años del gobierno actual, según Fusades, el empleo formal se contrae fuertemente. “El empleo formal de los cotizantes al ISSS experimentó una contracción, comparando marzo de 2017 contra noviembre de 2016 cuando fue el mayor número de cotizantes”, mencionaron.
Además: El Salvador presenta poco avance en ranking de competitividad
“La presente contracción del empleo, se ubica como la segunda mayor caída en el último cuarto de siglo (1990), solo superada por la crisis financiera internacional de 2008. El bajo crecimiento económico de 2%, mantiene la informalidad. En 2015 la tasa del empleo formal de la PEA fue 29.5%“, indicó Pedro Argúmedo, economista del DEC de Fusades.
Sumado a ello, los economistas aseguran que no se logran cumplir las principales metas económicas del Plan Quinquenal 2014-2019. “Se estableció el 3% como meta de crecimiento por año, pero en 2015-2016 fue de 2.3% y 2.4%, respectivamente, según cifras oficiales“, dijo Argúmedo.
En cuanto a la meta de exportaciones totales fue US$1,500 millones adicionales al 2014. En los primeros dos años solo aumentó apenas US$158 millones (10% de la meta). Al primer trimestre, las exportaciones de bienes crecieron en 10.5%, alcanzando los US$1,414 millones, nivel muy similar al que existía en 2011 US$1,395.
Y luego de una trayectoria impecable del país en el servicio de la deuda pública, entre el 7 y el 20 de abril el gobierno no pagó la deuda con el Fideicomiso de Obligaciones Previsionales (FOP) por US$55.2 millones. De acuerdo a Trigueros el impago sorprendió porque se pudo haber evitado reorientando recursos del presupuesto, pero no hubo la voluntad de hacerlo oportunamente.
Lea también: El Salvador enfrenta un preocupante caída de la oferta laboral
Asimismo, se mantiene un excesivo uso del gasto corriente (US$5,205.8 millones en 2016), principalmente por las remuneraciones (US$2,436.9 millones). Los presupuestos aprobados son incompletos (faltante de US$585.9 millones en el P2017).
“Ha existido un uso indebido de deuda de corto plazo, y reestructuración con bonos. El saldo de Letes a abril asciende a US$761.1 millones. A partir de 2009, se ha emitido deuda de largo plazo para pagar Letes en cuatro ocasiones (otra autorización fue declarada inconstitucional). Al omitirse del presupuesto, hay una decisión de no pagar la deuda previsional con recursos propios –como se había venido haciendo–; y prevalece la apuesta de una reforma de pensiones confiscatoria”, indicó Trigueros.
“Por ello hacemos un llamado a fortalecer la institucionalidad para el bien del país, eso ayudaría enormemente a la economía, solventar todos estos malos sabores que sólo afectar el progreso del país”, concluyó Argúmedo.