Contar con un respaldo económico para resarcir la pérdida en caso de fallecimiento, tener los recursos para poder capacitar a alguien y cubrir esa curva, quizá en la productividad, o en pagar para hacer una atracción de talento importante y pagarle un muy buen bono, forman parte de los beneficios para resarcir la pérdida económica en que puede incurrir una empresa o persona moral por fallecimiento, invalidez o salida de una persona que es importante y clave en su productividad, conocimiento o experiencia, o bien contribuye a general utilidad, entre otros.
Una empresa puede quedar en quiebra si pierde a la persona que le mantiene los clientes felices, pierde a la persona que trae los clientes a la organización o pierde a los empleados al estar vulnerables por la pérdida de una persona imprescindible en la organización.
¿Cómo determinar la suma asegurada?
Para optar por un seguro de hombre clave tiene que basarse en la utilidad neta de la empresa durante los dos últimos años, según los estados financieros o en su defecto la declaración de renta. Una vez calculada la Utilidad Neta Promedio de los dos últimos años, ésta se proyecta a cinco veces y con esa información se determina la suma asegurada máxima que una empresa puede adquirir.
Ahora bien, ¿cuánto se le da de suma asegurada a cada persona dentro de la organización si se asegura a más de una persona? Eso es un tema que le compete a la organización determinar. Es decir, qué porcentaje de la rentabilidad es atribuible a cada persona.
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“Básicamente para otorgar este tipo de póliza los factores de riesgo que se toman en cuenta son dos factores: buena salud física y buena salud financiera”, opinó Constantino Kafaltis, VPA Mercadeo Vida Individual en Internacional de Seguros.
La combinación de estos dos factores no debe representar ningún problema para que un ejecutivo adquiera un seguro de este tipo.
Las empresas familiares son las que más lo necesitan, porque normalmente la primera generación, es decir, el que esté en primer nivel, deja predefinido que a su falta va pasar a algún familiar, sin embargo, las personas que están alrededor podrían no estar de acuerdo en que tenga las mismas habilidades, ni visión de negocio, y ahí es cuando los socios comerciales no quieran continuar haciendo negocios, en ese momento se le entrega a la compañía los recursos, ya sea para traer algún experto, o para resarcir esa baja en la productividad, y poder garantizar que perdure la empresa.
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