La economía mundial continúa atrapada en un período de bajo crecimiento, en el que se observan tres factores que se retroalimentan de manera negativa: Lenta expansión del comercio internacional, baja inversión e insuficiente crecimiento de la productividad.
A pesar de este panorama, la actividad económica de Centroamérica y República Dominicana, mostró un buen desempeño en el 2016 (4,5%) y de acuerdo con el informe “Centroamérica y República Dominicana: evolución económica en 2016 y perspectivas para 2017”, de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL), en el 2017 se espera que los países tengan un crecimiento promedio del 4,5%. No obstante, existen debilidades que pueden mermar en la economía centroamericana y provocar que al final del año los resultados sean negativos.
En el 2016, la reducción del precio internacional de los combustibles tuvo un impacto significativo en las importaciones de bienes y con ello se obtuvo una mejoría del saldo de cuenta corriente en todos los países de Centroamérica y Républica Dominicana (CARD). Asimismo, las remesas observaron un gran dinamismo y sumaron un monto histórico superior a los US$23,000 millones.
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Por otro lado, la inflación anual se situó en 2% favorecida por menores precios de los combustibles y los alimentos y los salarios mínimos experimentaron un incremento, favorecidos por la baja inflación.
Sin embargo, el informe indica que estas proyecciones enfrentan riesgos significativos debido a un entorno externo menos favorable y una desaceleración del consumo privado y la inversión. Las nuevas políticas de Estados Unidos, reducirían aún más el dinamismo del comercio internacional, la inversión extranjera y las remesas.
“El repunte de los precios internacionales de los energéticos y el incremento en las tasas de interés tendrá un efecto negativo en el consumo y la inversión. Panamá y la República Dominicana continuarán mostrando las mayores tasas de crecimiento, impulsadas por nuevos proyectos de inversión e infraestructura. Los motores tradicionales de crecimiento estarán amenazados en el corto y mediano plazo, y comenzarán a desacelerarse ya en 2017”, augura la entidad.
Así, la región se enfrentará a la necesidad de fortalecer el mercado interno, no sobre la base de factores coyunturales como baja inflación y tasas de interés, sino con incrementos sostenidos de la productividad y del poder adquisitivo de los trabajadores.
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En relación a las cuentas fiscales de los países del CARD, éstas lograron un fortalecimiento pero existe el riesgo de que los ingresos fiscales desciendan debido a una desaceleración de la actividad económica que experimentará la región.
“Se espera que los precios de los derivados del petróleo reviertan su tendencia a la baja, lo que generará mayor presión en las cuentas públicas vinculadas a los subsidios de la energía. En este contexto, los países podrían enfrentar un encarecimiento del financiamiento tanto interno como externo”, señala el informe
Ante un entorno nacional e internacional complejo, los principales retos en materia fiscal continúan siendo una mayor eficiencia y eficacia en el uso de los recursos públicos, y una mayor capacidad de recaudación. Los países percibirán una mayor presión fiscal y es posible que se alcancen mayores déficits públicos que los observados en 2016.
Resultados dependerán de EE.UU.
Cabe destacar que aunque Centroamérica y República Dominicana hayan obtenido resultados positivos en diversas áreas, este año dependerá mucho de las políticas que implemente Estados Unidos porque es el principal socio económico y el destino de la mayoría de exportaciones.
“Cualquier cambio en esta materia tendría un impacto importante sobre las exportaciones de CARD, sobre todo de los sectores de las zonas francas, así como los flujos de remesas e inversión que llegan a estos países. Una serie de alzas de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos en 2017 podría también provocar una merma en los flujos de IED a los países”, se señala.
El informe de la CEPAL, afirma que durante 2016 el contexto financiero internacional fue relativamente favorable para los países del CARD. Las principales causas fueron la mejora en los términos de intercambio que contribuyó a mantener una dinámica inflacionaria estable, el dinamismo del mercado laboral en los Estados Unidos incidió positivamente en el dinamismo de los flujos de remesas.
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Asimismo, la postergación de los aumentos anticipados en la tasa de política monetaria en los Estados Unidos mantuvo un entorno de liquidez en el mercado global, el cual facilitó el acceso a financiamiento en condiciones favorables tanto para las empresas como los gobiernos de los países en el mercado internacional.
Estos factores permitieron a los países que gozan de autonomía monetaria, la adopción de una postura neutral de política monetaria. Además, algunos de los sectores de actividad donde hay mayor inserción de la comunidad migrante de CARD, como la agricultura y la construcción, tuvieron tasas de expansión significativas, de 9% y 4,3%, respectivamente.
Si se sigue este ritmo, la CEPAL prevé que las economías de CARD en su conjunto se expandan un 4,5% en 2017 (4,3% si se excluye a Panamá, cuya economía experimentará una desaceleración). Sin embargo, las proyecciones enfrentan riesgos por las posturas que adopte Estados Unidos.