Según el Fondo Monetario Internacional (FMI) la economía del país está creciendo de manera robusta y estiman que el Producto Interno Bruto (PIB) real crecerá 4.2% en el 2016, superior al 3.7% del año pasado. Además, pronostica que el déficit de la cuenta corriente externa se estrechará más hasta alcanzar alrededor del 3.5% del PIB.
Asimismo, estiman que la inflación anual ha vuelto a ser moderadamente positiva alcanzando el 0.6% en noviembre y esperan que vuelva al rango meta del Banco Central entre el 2 y el 4% en la primera mitad del 2017. “Esto se dará gracias a la disipación del efecto en la baja de los precios del petróleo e irse reflejando la transmisión gradual de las tasas de política monetaria más bajas”, expresó Lorenzo Figliuoli, jefe de misión FMI.
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Las autoridades respaldan los esfuerzos del Gobierno costarricense para aumentar los ingresos y contener el crecimiento del gasto a través de medidas administrativas, incluyendo una contribución significativa por menor gasto salarial y por mayor recaudación del impuesto sobre la renta que probablemente reduzca el déficit primario de 0.5 a un 1% del PIB en el 2016.
Por otra parte, consideran oportunas las leyes planteadas para combatir la evasión fiscal, las pensiones con cargo al presupuesto nacional y para disminuir asignaciones presupuestarias no gastadas por parte de entidades descentralizadas del Gobierno, lo cual generaría una reducción adicional del déficit por 0.5% del PIB a partir del 2017.
“La aprobación de la ley para reintroducir el impuesto a las sociedades anónimas, actualmente en trámite en la Asamblea Legislativa bajo el procedimiento de vía rápida, también aportaría una pequeña contribución a la consolidación fiscal”, afirmó el representante del FMI.
Sin embargo, para los expertos estos esfuerzos son insuficientes para encausar la posición fiscal por una senda sostenible. En efecto, el ajuste fiscal adicional que todavía es necesario para estabilizar la razón deuda/PIB en el mediano plazo en niveles que se consideran seguros, permanece elevado en alrededor de 2.5 y 3% del PIB.
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Impulsores de la economía
El buen desempeño de la economía costarricense en el 2016 ha sido ayudado por condiciones globales muy favorables, principalmente la continuación de los precios bajos de las materias primas y la amplia liquidez en los mercados financieros.
Esto, en conjunto con el estímulo monetario del Banco Central, ha permitido el financiamiento doméstico del déficit sin ejercer presiones alcistas en las tasas de interés.
Sin embargo, la persistencia de elevados déficits fiscales y el crecimiento continuo de la razón deuda/PIB hacen a Costa Rica muy vulnerable a cambios repentinos en las condiciones financieras internacionales, cuyos riesgos han aumentado más recientemente y podrían ser disparados por cambios en la mezcla de políticas en economías avanzadas en donde se tendría mayor dependencia en expansiones fiscales y una postura de política monetaria menos acomodadiza.
Figliuoli, menciona que en general, el ambiente global se está volviendo menos favorable y más incierto para la economía de Costa Rica, y para eso es crucial que estas vulnerabilidades sean atendidas expeditamente.
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Y es que la vulnerabilidad más importante de Costa Rica es su insostenible desbalance fiscal. Por esta razón, la misión del FMI ha enfatizado la importancia de que el Gobierno y las fuerzas políticas representadas en la Asamblea Legislativa alcancen un consenso para aprobar rápidamente las propuestas de reformas al IVA y al impuesto sobre la renta actualmente en consideración, lo que podría ser complementado por una ley de empleo público y una regla fiscal, para limitar el crecimiento del gasto corriente y mejorar la disciplina presupuestaria en el largo plazo.