La Asociación Dominicana de Exportadores (ADOEXPO) estima que los 23 productos dominicanos, vedados de su entrada por tierra a Haití, generarían pérdidas por US$200 millones a los exportadores, si la nación con la que comparte la isla no levanta la medida.
Ahora bien, también sufriría el consumidor haitiano, de acuerdo a Sadala Khoury, presidente de ADOEXPO, porque recibirían mercancía sensible por mar en vez de tierra, logística que por sí sola dispararía los precios en un 35%.
“Llevar los productos por tierra equivale a transitar 300 kilómetros y navegar 800 kilómetros, enfatizando que el puerto marítimo de Haití todavía no ha podido ser rehabilitado luego de su destrucción por el terremoto acaecido en enero de 2010. La medida del Gobierno haitiano es arbitraria”, recalca Khoury.
Adicionalmente, el presidente de ADOEXPO aseguró que la veda terrestre viola el memorando de entendimiento firmado por República Dominicana y Haití, así como también los tratados de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
A nivel de las altas políticas observan esta disposición haitiana como una atribución estatal a la que todo Estado tiene derecho.
El ministro administrativo de la Presidencia de República Dominicana, José Ramón Peralta, manifestó que el mismo derecho que tiene el Gobierno haitiano para prohibir la entrada a su territorio de 23 productos dominicanos por tierra, también el Estado dominicano tiene la facultad de deportar a las personas que entraron a su territorio de manera ilegal.
En contraposición, el canciller de Haití, Lener Renauld, defendió la medida y alegó que el deber de las autoridades haitianas es “proteger” a sus ciudadanos.
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Los 23 productos que no podrán entrar a Haití por tierra, a partir del primero de octubre, son harina de trigo, cemento gris, aceite comestible, jabón de lavar, detergente en polvo, embalaje en foam (espuma), agua potable, pintura y productos para la carrocería de los vehículos, mantequilla de cocina, manteca, hierro para la construcción y pastas alimenticias. También, tubos PVC, jugos en polvo, bebidas gaseosas, cervezas, picaderas, maíz molido, colchones, equipos para la construcción, utensilios plásticos y galletas o bizcochos.