Hace dos años, el estudio del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) señalaba que El Salvador es el país que más ha reducido la desigualdad en Centroamérica de 2007 a 2012, tanto en el área rural como en la ciudad.
El documento “Incidencia de la Política Fiscal en la Desigualdad y la Pobreza” indicaba, en ese entonces, que el país ha bajado la desigualdad en más del 13%. “El país donde la política fiscal tiene una mayor incidencia en la reducción de la desigualdad, en las zonas rurales, es El Salvador, donde esta problemática se reduce un 13.5%. Le siguen Honduras, con un 10.6%; Guatemala, con un 6.7% y, finalmente, Nicaragua, donde el impacto es menor, pues la desigualdad disminuye un 4.7%”, resume el informe.
Sin embargo, para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en su informe “Panorama de las administraciones públicas de América Latina y el Caribe” el país destina poco presupuesto para programas sociales y han tenido la menor reducción en la desigualdad.
“Los países con la menor reducción de la desigualdad producida por la política fiscal son Honduras, El Salvador, Guatemala y Perú; precisamente los países con el nivel más bajo de gasto social como porcentaje del PIB. Sin embargo, Ecuador, que tiene un nivel de gasto social muy parecido al de Honduras, El Salvador y Perú, es más eficaz en la reducción de la desigualdad”, indica el informe.
Puede interesarle: Un 35 % de los hogares salvadoreños aun viven en pobreza extrema
Roberto Rubio, analista económico de FUNDE, indica que aunque en El Salvador se haya experimentado incrementos en el ingreso promedio de los hogares y se haya logrado reducir la pobreza de manera importante (de 58,7% a 34,6% entre 1992 y 2007, según datos oficiales del Banco Central de Reserva), ambos indicadores ocultan marcadas diferencias entre las regiones, departamentos y municipios del país.
Rubio señala que el 40.6 % de la población vive en pobreza, según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) 2015, este porcentaje significa un aumento de 3.4 puntos en comparación a 2014, cuando la cifra fue de 37.2 %. En 2014 el Ministerio de Economía (Minec) señala datos de un total de 2,379,892 de personas pobres, mientras que en 2015 el número subió a 2,623,956; es decir unas 244,064 personas más.
El analista explicó a los medios que al separar a los salvadoreños según sus ingresos en 10 niveles, siendo el primero el más pobre, el BID advierte que a partir del segundo nivel las personas son más “pagadoras” que “beneficiadores”, es decir que reciben menos de lo que pagan en impuestos. “Esto explica el poco éxito de la política fiscal. Otro factor es la informalidad, que según estimaciones toca al 72 % de la economía salvadoreña”, aseveró.
Lea también: Pobreza, educación y salud, los fantasmas de El Salvador
Por su parte el investigador del ICEFI, Ricardo Castaneda, señala que el país ha tenido una reducción significativa por sus programas sociales como salud y educación. “El Salvador, entre 2007 y 2012, logró duplicar la inversión en el desarrollo rural. Prácticamente la tendencia, luego de la crisis económica, fue que todos los demás países de la región empezaron a destinar menos recursos, El Salvador fue la excepción”, agregó.
Lo anterior para Rubio no es suficiente para las cifras que todavía carga el país y “que deben ser atendidas lo más pronto posible para que esto no se haga una bola de nieve que a la larga no se pueda detener”, concluyó.