Geraldine Varela
Para 2018 y 2019 el panorama económico de República Dominicana se proyecta muy positivo gracias al dinamismo que las finanzas de ese país han mantenido durante el pasado año y hasta la fecha, según anticipó el ministro de Hacienda, Donald Guerrero Ortiz.
Como resultado de este dinamismo, Guerrero sostuvo que el país podría crecer por encima del 5%, dadas las proyecciones económicas de los Estados Unidos, país de donde proviene el 38% de los turistas, el 74% de las remesas y en el que se coloca el 48% del valor de las exportaciones nacionales.
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Según el ministro, la realidad del país contrasta con la de la mayoría de las naciones de América Latina, entre los años 2013 y 2017, ya que el Producto Interno Bruto real creció a una tasa promedio anual de 6.1%, sustentado en el dinamismo de diversos sectores productivos, entre ellos: el turismo, la manufactura de zonas francas, la agricultura y los servicios financieros.
“Mientras que se proyecta que la región crezca alrededor de 2% en 2018 y 3% en 2019, lo que proyectamos para la República Dominicana es un crecimiento por encima del 5% en ambos casos”, declaró Guerrero Ortiz.
El funcionario también sostuvo que la combinación de crecimiento económico, gasto social correctamente focalizado, programas de apoyo a sectores generadores de empleo (agro y mipymes) y una nueva estrategia para asignar la obra pública, incluyendo a pequeños contratistas locales, se tradujo en una reducción de la tasa de pobreza monetaria de 39.7% en 2012 a 25.5% en 2017.
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“Esos 14 puntos porcentuales significan que 1.2 millones de dominicanos salieron de la pobreza en los últimos 4 años, sin dudas: el mayor logro de la administración del presidente Danilo Medina porque demuestra que ejecuta un modelo de crecimiento económico claramente inclusivo”, prosiguió Guerrero Ortiz.
Afirmó que el gobierno dominicano ha contribuido al crecimiento garantizando la estabilidad macroeconómica a través de una adecuada política monetaria. Recordó que la inflación en ese período fue de 2.7% promedio anual y la depreciación de la moneda se situó en 3.7% promedio anual.