Amafredo Castellanos
“No es simplemente una cuestión moral. Es una cuestión de gobernabilidad, de seguridad, de sostenibilidad de la economía, de su propio modelo competitivo” apuntó la embajadora de la Unión Europea (UE) en Guatemala, Setella Zervoudaki, haciendo referencia a la experiencia que tuvo dicho país en 2015, tras el escándalo de corrupción que involucró al entonces presidente de la República, Otto Pérez Molina, y su ex vice presidenta, Roxana Baldetti..
Para este año, Zervoudaki estima que el gran reto es que se hable sobre estos temas “de manera objetiva y pragmática” para definir “una hoja de ruta”.
Sumado a las palabras de la embajadora, el presidente del Colegio de Economistas de Panamá, Olmedo Estrada, advirtió que la lucha contra la corrupción resulta un tema estratégico y explicó que para Centroamérica hay lecciones cercanas, como los casos de Brasil y Argentina, que deben servir para tomar acciones contra esta problemática.
“Lo que pasa es que las leyes no son severas y las personas cometen el ilícito porque saben que serán condenados levemente. Pedimos que la corrupción se castigue fuertemente contra aquellos que, a sabiendas del daño que causan, conducen a actos de corrupción”, dijo Estrada.
Seguir avanzando
Ante el panorama vivido en 2015, el director de Acción Ciudadana, Óscar Vásquez, considera que si bien el impacto de la corrupción en los países centroamericanos no es uniforme, a corto o mediano plazo sí puede profundizarse en estas naciones.
Vásquez señaló que durante el 2015 hubo avances valiosos en la región en la lucha contra la corrupción por lo que planteó la necesidad de no retroceder.
“En los países de Centroamérica, especialmente en Honduras y Guatemala, la sociedad civil ya está empoderada fiscalizando a funcionarios e instituciones, lo que hace falta son recursos y que siga la voluntad política e independencia de los órganos de control de los estados para seguir enfrentando, decisivamente, la corrupción, para no retrocerde”, advierte.
De lo anterior, Vásqez destaca la experiencia guatemalteca, donde la presencia de una comisión contra la impunidad se volvió vital, en los procesos de transparencia que desembocaron con la renuncia del ex presidente Otto Pérez Molina.
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