Redacción Mercados & Tendencias
Tratados comerciales, fusiones y adquisiciones, llegada de empresas internacionales y nuevos paradigmas de negocio fueron protagonistas en los últimos 10 años. Cumplimos una década en el mercado y lo celebramos reviviendo los hechos que marcaron un giro en la economía regional y las proyecciones de lo que se vendrá.
Lea: ¿Rusia o China? Revelamos quiénes serán los socios de la región en el futuro
La fortaleza del norte
Los vínculos económicos con Estados Unidos y el sólido desempeño de las exportaciones dan luces positivas para que América Central y el Caribe crezcan más de un 3% en los próximos dos años, según el Banco Mundial.
La noticia resulta positiva en un contexto donde, a excepción de Costa Rica y Panamá, los países de Centroamérica han encarecido su estilo de vida en los últimos diez años, al tiempo que la actividad económica se ha desacelerado en la mayoría de las naciones.
También: Crecimiento económico le sonreirá a Centroamérica en 2017 y 2018
Un nuevo impulso energético
En 2007 Centroamérica vivió una crisis energética, que lograron sacar adelante gracias a múltiples esfuerzos gubernamentales. ¿Pero que se viene a futuro en este tema? Actualmente, existe una iniciativa elaborada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), llamada “La Estrategia Energética Sustentable Centroamericana 2020″, que busca asegurar el abastecimiento energético de la región en calidad, cantidad y diversidad de fuentes, necesario para garantizar el desarrollo sostenible.
Flashback: ¿Qué ha pasado en los últimos 10 años y qué le espera a la región?
Esas inversiones seductoras
En la última década, la región América Central y el Caribe vivieron la globalización casi de forma vertiginosa y reportaron un crecimiento importante, casi impensable para lo que estaban acostumbrados.
Las fusiones, adquisiciones, compras y ventas se volvieron la norma para los países de la región, que a su vez ganaron atractivo: HSBC inició desde 2006 el proceso para comprar Grupo Banitsmo; Aliaxis, el fabricante belga de tuberías para construcción, con una inversión de US$200 millones, pasó a tener el 51% de las acciones de la centroamericana Durman Ezquivel; y la compañía sueca Millicom compró a Amnet, la mayor cablera de El Salvador y Costa Rica.
Mientras en Honduras el Banco del País oficializaba la compra de la Asociación de Ahorro y Préstamo La Constancia por un monto superior a los US$100 millones. Los nicaragüenses disfrutaban de un menor costo en sus servicios de telefónica móvil, gracias al arribo de más competencia con Claro, que llegaba al país de la mano de América Móvil.
Además: 10 expansiones que transformaron el mundo de los negocios en el istmo
La región tiene sed de responsabilidad
De filantropía a empresas responsables y luego, a empresas 100% sociales. El concepto de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se ha reinventado de múltiples formas en los últimos años. Aunque no es un concepto nuevo, durante los últimos años ha adquirido un mayor auge ya que, tanto empresarios como gerentes, ahora están más conscientes y sensibles ante la verdadera magnitud de los problemas sociales.
Las proyecciones a futuro buscan ser más asertivas con este estilo de trabajo y aunque actualmente en Centroamérica solo Nicaragua y Costa Rica tienen intensión de ser los primeros en adquirir un plan nacional de RSE, es una tendencia que va cobrando fuerza en toda la región.
Tendencias: 5 cambios que ha vivido la Responsabilidad Social en la región