El representante Comercial de Estados Unidos, Robert Ligthziger emitió esta semana una advertencia a Canadá y México que de no aceptar las demandas sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), las negociaciones no llegarían a un acuerdo satisfactorio, pero ¿qué representaría si Estados Unidos decide no continuar en el tratado?
Si acabara el TLCAN será difícil para México y Canadá llevar su comercio lejos de Estados Unidos ya que el 80% de las exportaciones de México van al norte de la frontera y Estados Unidos es el principal socio comercial de Canadá. De acuerdo con la Secretaría Económica de México su finalización provocaría diversificar las exportaciones de inversionistas y otros socios comerciales como la Unión Europea, la región Asia- Pacífico, Brasil y Argentina.
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También se reforzarían los tratados de libre comercio con países de la Unión Europea que tienen más de 15 años en vigor, los Acuerdos de Complementación Económica (ACE) con Brasil y Argentina y se avanzaría en el Tratado de Asociación Transpacífico (TPP).
Sin embargo, la relación comercial entre México y el país vecino del norte es muy estrecha y hasta dependiente, ya que es el mayor mercado de exportación y el principal proveedor. Mientras que Canadá es el cuarto socio comercial, siendo el segundo mercado de exportaciones para México y el sexto país proveedor.
De acuerdo con el gobierno canadiense, este país es el primer socio comercial de 34 estados estadounidenses y cerca de 9 millones de empleos estadounidenses dependen también de esos intercambios, lo que supondría un aumento del desempleo, mismo que se había reducido hasta 4.3% en julio del 2017.
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La CRS, brazo de investigación del Congreso estadounidense, también sostuvo que debido a que ciertos productos agrícolas del país dominan en el comercio con Canadá y México tales como cárnicos, granos, semillas y comidas procesadas, estos podrían hacerse más costosos y menos competitivos.
Otros impactos potenciales podrían incluir altos precios de los productos importados desde Canadá y México, una disrupción de las cadenas integradas de abasto y perdería su ventaja negociadora para revisar y resolver disputas en relación con barreras no tarifarias al comercio.
Ante este panorama, empresarios estadounidenses están presionando para que Trump no tome la decisión de salir del tratado. Un sondeo publicado esta semana, respalda al sector de negocios pues señaló que 56% cree que el tratado es benéfico para Estados Unidos contra el 54% de los votantes republicanos que piensa lo contrario.