Por Estefanía Flores y Amanda Rodas
Al no realizar los pagos de las obligaciones financieras derivadas de los Certificados de Inversión Previsional (CIP), el gobierno de El Salvador recibió una baja calificación crediticia, la cual pasó de “B” a una calificación “C”.
El impago suma un monto de US$28.8 millones, los cuales tenían un período de vencimiento entre el 7 y 10 de abril de 2017. Esto hace que el país esté entre las peores calificaciones de deuda otorgadas por las tres principales agencias de riesgo estadounidenses: Fitch Ratings, Moody’s Investor y Standard & Poor’s.
Estas calificaciones miden la capacidad de un país o gobierno para hacer frente a su deuda y, por lo tanto, refleja el riesgo que conlleva invertir en este. Cuanto mayor sea el riesgo, la calificación será peor debido a la probabilidad de impago.
Además: Moody’s rebaja calificación de bonos salvadoreños ante débiles perspectivas
La calificación triple C (CCC), otorgada por la agencia internacional Fitch Ratings “juzga a El Salvador como un país que incumple sus obligaciones soberanas”, y la caída súbita del récord de país lo sitúa al nivel de Venezuela, Grecia y El Congo.
Standard & Poor’s informó a través de un comunicado que la baja en la calificación soberana “en moneda local y extranjera a ‘CCC-’ de ‘B-’ de El Salvador” las coloca en Revisión Especial (CreditWatch) con implicaciones negativas.
De acuerdo a Luis Hernández, analista político y económico, la implicación directa de la caída de la calificación del país a nivel internacional, tiene que ver con la falta en la aprobación de la asignación presupuestaria indispensable para cubrir el pago de sus compromisos financieros con relación a la deuda de pensiones dentro del periodo de gracia imputado.
Puede interesarle: Deuda de Grecia con la misma calificación de El Salvador
Como resultado de ello, la calificadora Moody’s Investor bajó la nota del país a Caa1 de B3, la cual indica la pobre calidad crediticia de El Salvador y considera su deuda como una inversión de alto riesgo. A pesar de la caída en la calificación, la agencia le otorga al país una “perspectiva estable” que demuestra que no se prevé una nueva baja en el corto plazo.
Según se informó, las calificaciones de estas agencias sirven de guía para los inversionistas que podrían comprar la deuda que emiten los países que caen en impago.