Por Helen Jaquez
Al revisar las cifras dominicanas, se destaca el crecimiento de la explotación de minas y canteras (33,8%), %, debido a la recuperación de las exportaciones de oro y plata de la mina de Pueblo Viejo. Mientras que el sector construcción creció en un 8.8%, producto de la combinación de las inversiones privadas y públicas.
Otras actividades con muy buen desempeño fueron: Intermediación financiera (12%), salud (9.6%) y hoteles, bares y restaurantes (6.4%).
Al respecto, Miguel Collado, economista senior del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), advierte que “si bien la República Dominicana ha crecido en términos económicos, las cifras están determinadas por la metodología empleada para su medición”.
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“Cuando uno analiza la economía, más allá del crecimiento de los sectores turismo y zonas francas, y del efecto positivo de la reducción de los precios del petróleo, no aprecia cambios significativos que incidan sobre el crecimiento real de la actividad económica y en la creación de empleos” detalla Collado.
Por otro lado el economista del CREES asegura que pese a que la mejora en la economía generó más empleos en 2015, lo importante es determinar si ese fue un fenómeno coyuntural o se debe a cambios en la estructura de la economía del país.
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Un informe conjunto de Cepal y la Organización Mundial del Turismo (OIT) señaló que para 2015 como resultado de la leve contracción del producto interno bruto (PIB) regional, ese año la tasa de desempleo promedio registró su primer aumento desde 2009, al pasar de 6.0% en 2014 a 6.5% en 2015.
Collado reconoce que para que la economía pueda crear empleos productivos sostenidamente y que generen mayores ingresos para el dominicano promedio, es necesario realizar reformas estructurales que mejoren el clima de hacer negocios en el país.
“Es necesario contar con reformas que mejoren el mercado laboral, haciéndolo más flexible y reduciendo la carga salarial no laboral. Mientras que el mercado energético requiere de reformas reales, como la despolitización, para disminuir las pérdidas que en la actualidad representan más del 30% de la energía adquirida por”, expone el experto en economía.
También considera que el mercado de transporte necesita mayor libertad para operar, en consecuencia, menos incidencia de los grupos que lo controlan.