Redacción/EFE
El primer ministro heleno, Alexis Tsipras, aboga por una reestructuración de la deuda que aqueja a su país y por una solución definitiva a la crisis, no por una postergación del problema. Pese a que los países europeos han alivianado la deuda griega en casi US$227.000 millones, el país heleno adeuda US$354.000 millones, un 174,7% de su PIB.
También: Triunfo de izquierda en Grecia genera incertidumbre
Sin embargo, representantes de otros países de la UE piden mano dura para el gobierno griego. Entre ellos, el ministro checo de Finanzas, Andrej Babis, quien sugirió que Grecia se declare en bancarrota. La primera ministra polaca, Ewa Kopacz, aceptó la posibilidad de que Grecia se retire de la zona euro, y el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, se mostró receloso de un nuevo esfuerzo por financiar al gobierno griego con ayudas económicas.
Si sale de la zona euro: Grecia tendría un futuro oscuro
Por su parte, el ministro de Asuntos Europeos de la nación francesa, Harlem Desir, propuso al Fondo Monetario Internacional mantenerse al margen. Y el ministro de Finanzas del mismo país, Michel Sapin, consideró convenientes las propuestas de los griegos para llegar a un acuerdo con sus acreedores, y señaló que el programa propuesto es "de calidad".
Sea cual sea la decisión que se tome en la sesión extraordinaria, difícilmente la relación de Grecia con el exterior vuelva a la normalidad en pocos años.