En el primer semestre del 2018, la capacidad instalada de generación eléctrica con fuentes renovables y no renovables alcanzó los 2,605.71 megavatios, pero fue la producción de energía generada por la combustión del carbón e hidráulica las únicas que registran un leve incremento.
El último Boletín Estadístico de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) correspondiente al primer semestre del año, señala que el país la energía térmica ha logrado una capacidad instalada de 875 megas, mientras que la hidráulica se sitúa con 685 megas. En tercer lugar, el país tiene una capacidad instalada de 450 MW por energía fotovoltaica y 225 MW eólica.
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El carbón es una de las energía no renovables nuevas que destaca en el informe, ya que alcanzó la generación de 125 megavatios, gracias a la producción que entregan las plantas Envasa, Celsur y Becosa, Jaguar y Orazul, cuyos proyectos se sitúan en los departamentos de Cortés, Santa Bárbara y Choluteca.
Elsia Paz, presidenta de la Asociación Hondureña de Empresas de Energía (AHER), señaló que el crecimiento de las energías renovables como la solar, tiene un impacto en la generación de divisas para cubrir las importaciones de combustibles cuya factura fue de 749, 6 millones de enero a junio de este año.
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Los datos de la Enee señalan que el crecimiento de las energía renovables ha logrado un cambio de la matriz energética en Honduras que se sitúa en 75% renovable y 25% energía térmica. También, se calcula que en los últimos 4 años, se ha logrado una reducción de más de US$300 millones en la factura petrolera.