Amafredo Castellanos
La desarticulación de una estructura de defraudación tributaria en Guatemala, algunos de cuyos principales líderes son el Superitendente de Administración Tributaria y su antecesor, fue calificada como un caso “dramático” por el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), en medio de un revuelo nacional.
“Las capturas y los eventos conocidos el día de hoy, confirman lo reiterado en varias ocasiones por el Icefi, en cuanto al proceso de descomposición aguda en las instituciones del Estado, que en el caso particular de la SAT (Superintendencia de Administración Tributaria) es dramático: desde el superintendente, pasando por mandos medios hasta personal técnico operativo”, señaló el Icefi en un comunicado.
El monto de los beneficios obtenidos por esta estructura, que también involucra al secretario privado de la vicepresidenta Roxana Baldetti, Juan Carlos Monzón, se desconoce. Monzón está pendiente de captura por encontrarse fuera del país.
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"El hecho es lamentable porque demuestra el debilitamiento en que han caído las instituciones del Estado, pero por otro, es positivo porque demustra la efectividad de la Cicig (Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala)", dijo el analista Ricardo Barrientos, del Icefi.
Tras una investigación dirigida por la Cicig, fueron detenidos el titular de la SAT, Omar Franco, y su antecesor Carlos Muñoz. Este último fue sustituido por el presidente Otto Pérez recientemente por no alcanzar las metas de recaudación establecidas para 2014; en su lugar, el mandatario nombró a Franco.
El Ministerio Público los acusa de asociación ilícita para contrabando, contrabando aduanero y defraudación tributaria.
El ex magistrado colombiano, Iván Velásquez, jefe de la Cicig explicó que con base en las escuchas realizadas durante la investigación, se estableció que el nombramiento de Franco "fortaleció" la estructura criminal, porque ya era integrante de la red.
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Velásquez manifestó certeza de poder condenar a los acusados. Explicó que cuenta con pruebas suficientes.
Expuso que en las escuchas telefónicas "hay vergonzosas conversaciones" en las que los involucrados sólo hablaban de incrementar el monto a recaudar.
Franco y Muñoz quedaron detenidos en una celda en el edifio sede del Organismo Judicial, en espera de ser presentados el viernes ante un juez.