Redacción/EFE
El procurador general de Ginebra, Olivier Jornot, dijo que las investigaciones que se iniciaron el pasado febrero, con la incautación de documentos en los locales del banco, demostraron que hubo un "déficit organizacional en la lucha contra el blanqueo de dinero".
La justicia suiza identificó cuatro expedientes por los que decidió presentar cargos penales y pudo determinar claramente que en dos de ellos se violó la ley.
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"Hemos llegado a un acuerdo con el banco para que pague 40 millones de francos a Ginebra por los perjuicios causados. La cifra ha sido calculada en base a los beneficios indebidos por las operaciones juzgadas más litigiosas", explicó Jornot en una conferencia de prensa.
El magistrado quiso poner en contexto la suma acordada y para ello comentó que "es el importe más elevado confiscado en el curso de la historia" del Ministerio Público del cantón de Ginebra.
Contra la filial suiza del HSBC tienen procesos penales en curso las autoridades de Francia y de Argentina por evasión fiscal y lavado de dinero procedente de actividades criminales.
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Por su parte, el procurador primero de Ginebra, Yves Bertossa, explicó que desde la incautación de los documentos se realizó una gran tarea de análisis que permitió establecer, por ejemplo, que se había violado el deber de los colaboradores del banco de identificar adecuadamente la procedencia de los fondos.
El escándalo que involucra desde 2008 al banco sino-británico, el grupo de su sector más importante de Europa, se originó en la entrega de una lista de clientes a las autoridades francesas por parte de un exempleado, Herve Falciani.