Nicaragua, que en los últimos años lideró las tasas de crecimiento en la llegada de Inversión Extranjera Directa (IED) en Centroamérica, dejó de ser una economía de interés para los inversionistas extranjeros, situación que se podría agudizar aún más con la profunda crisis sociopolítica que azota al país.
Según el reporte de la Cepal, que recoge la situación de la Inversión Extranjera en América Latina y el Caribe, en Centroamérica solo Guatemala (-3.2 por ciento) y Nicaragua (-0.3 por ciento) dejaron de recibir más inversión el año pasado, mientras que el resto de países experimentaron crecimientos de entre 1.2 por ciento y 127.6 por ciento.
La Inversión Extranjera es clave para Nicaragua, porque no solo ayuda en la generación de empleos formales, sino también que permite transferir tecnología a las distintas actividades donde este se instala. En los últimos años el sector de Telecomunicaciones, Energía, Comercio y en menor medida la Agroindustria estaban siendo polos de atracción para los inversionistas.
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Pero el panorama 2018 apunta a un tercer año de reducción en la llega de inversión extranjera para Nicaragua. Según cifras de la Balanza de Pagos al primer trimestre de este año-publicado por el Banco Central, la Inversión Extranjera Directa cayó 26.1 por ciento con respecto a similar periodo del año pasado.
Entre enero y marzo de este año, la Inversión Extranjera alcanzó los US$332.3 millones su nivel más bajo en los últimos cinco años mientras que en el 2017 en similar periodo este saldo se ubicó en US$445 millones.
El presidente del Banco Central, Ovidio Reyes expresó en mayo que producto de la crisis sociopolítica que golpea a Nicaragua se dejarán de captar US$157 millones de dólares menos de lo esperado antes de la inestabilidad.
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