El pasado 7 de abril el gobierno salvadoreño debía pagar US$3.1 millones de capital e intereses por la deuda previsional que tiene con los trabajadores, que son los dueños del Fondo de Pensiones. Al no haber cumplido con este compromiso el país cayó en impago, una situación que tendrá graves consecuencias para todos los salvadoreños.
El pasado 20 de abril se necesitaba en total US$55.2 millones para pagar esta deuda. Para todo el año, se ha proyectado que este gasto ascenderá a US$220.5 millones, de los cuales el gobierno ya erogó US$41.7 millones en el primer trimestre, según el informe de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES).
Roberto Rubio, analista económico, explicó que hay que recordar que la grave situación de las finanzas públicas en el país tiene a la raíz un exceso de gasto corriente por encima de los ingresos propios, sobre todo por el rubro de remuneraciones. “Este problema se agrava en un contexto de bajo crecimiento económico, donde la alta criminalidad, la incertidumbre jurídica y un clima de inversión negativo, mantiene deprimida la inversión”, agregó.
Los continuos problemas de las finanzas públicas –exceso de gasto, déficit recurrente, endeudamiento creciente, presupuesto público incompleto y la falta de voluntad política– fueron el detonante para que el Gobierno incumpliera su obligación de pago del servicio de la deuda con los trabajadores, quienes son los propietarios de los fondos de pensiones.
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Consecuencias negativas
Según Álvaro Trigueros, Director de Estudios Económicos FUSADES, este impago de la deuda desencadena una serie de consecuencias para el Gobierno y los salvadoreños- Entre ellas:
Degradación de la calificación de riesgo del país: El incumplimiento de pago provocó que tres de las agencias calificadoras de riesgo soberano (Fitch Ratings, S & P Global Ratings y Moody´s Investors Service) degradaran la calificación de riesgo del país.
Incremento de la tasa de interés para el sector público, privado y de hogares. La consecuencia en el incremento de la tasa de interés que se requiere a los deudores salvadoreños que demandan dinero prestado es inmediata, tanto para el sector público como privado, en un entorno internacional de alza de tasas de interés que también presiona las tasas locales
Menos crecimiento económico, empleos y recaudación de impuestos. El impacto indirecto se dará en una disminución en las oportunidades de empleo, ya que al haber mayor tasa de interés la inversión se va a deprimir aún más, obstaculizando la creación de nuevos empleos.
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Impacto negativo en los ahorros de los trabajadores y las futuras pensiones. Hay serias consecuencias para los fondos de pensiones y las pensiones futuras, con un impacto directo en el precio de los títulos valores que conforman el Fondo de Pensiones, particularmente CIP y eurobonos salvadoreños.
Impago de las pensiones a jubilados del ISSS e INPEP. El mecanismo de financiamiento de las pensiones del ISSS e INPEP desde 2006, implica un préstamo del fondo de pensiones al Gobierno, por medio de los CIP que emite el Fideicomiso de Obligaciones Previsionales (FOP). Si los fondos de pensiones no han recibido el pago correspondiente, se complica la posibilidad de que estos continúen invirtiendo en un instrumento financiero cuyo servicio de la deuda se ha incumplido.
Crisis fiscal con impactos negativos para la población. Se podría agudizar el deterioro financiero de las cuentas fiscales y las deficiencias de liquidez, particularmente durante el segundo semestre, cuando se deben pagar vencimiento de lLetras del Tesoro (LETES) por aproximadamente US$638.9 millones (de mayo a diciembre) y también el servicio de la deuda de CIP, que rondará US$123.4 millones en ese período, ya que se encarece el costo del financiamiento, como se indicó anteriormente.
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