Islandia desde el día de este año se ha convertido en el primer país que erradica la brecha salarial entre hombre y mujeres, por lo que entidades como el World Economic Forum lo ha catalogado como el mejor país del mundo para las mujeres, con esta acción el país se ha convertido en un ejemplo en materia de equidad de género.
La prohibición por ley de que los hombres cobren más que las mujeres realizando las mismas labores y teniendo las mismas responsabilidades ya no es una utopía en este país, tanto en empresas privadas como en públicas de más de 25 trabajadores tendrían que implementar esta ley. Para ello, el gobierno someterá a auditorias a las compañías, estableciendo sanciones para las que incumplan la medida y exigiendo a todas un “certificado de igualdad salarial”.
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Activistas feministas y expertos en igualdad de género han felicitado al gobierno islandés, con este paso se esperan que más gobiernos en el mundo promuevan y aprueben este tipo de iniciativas legislativas. Todos coinciden en que se debe erradicar la brecha salarial entre hombre y mujeres, en un mundo donde sin importar el género todos piden a gritos equidad entre hombres y mujeres.
Pese al gran avance que se tiene en Islandia, aún falta camino por recorrer. La primera ministra, Katrin Jakobsdottir, marca 2022 como fecha para acabar con la brecha salarial en un país en el que, pese a estar por encima de la media, sólo el 38% del parlamento está constituido por mujeres.
Un informe publicado por el Foro Económico Mundial en noviembre de 2017 resalta que Islandia encabeza el ránking mundial en igualdad de género. Esta posición, según apunta el estudio, se alcanza gracias a una “acción colectiva y a la solidaridad de las defensoras de los derechos humanos, la voluntad política y herramientas como la legislación, un presupuesto de género y las cuotas”.
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“El éxito se puede atribuir a que las mujeres asumen el poder y crean alternativas a las ‘verdades’ dominantes masculinas y hacen visibles las realidades invisibles de las mujeres, sobre todo las prácticas discriminatorias, incluido el acoso y el abuso sexuales”, manifiesta la entidad.
El informe termina indicando que “el progreso de Islandia se puede atribuir a que las mujeres y los hombres comparten el poder entre ellos como responsables de la toma de decisiones” y que, además, cada vez “más hombres apoyan la igualdad de género”.