Redacción/EFE
El monto para el próximo ejercicio fiscal, que el Parlamento aprobará de aquí a abril, es de unos 35.966 millones de euros (4,98 billones de yenes), un 2% interanual más.
El aumento va principalmente destinado a que Japón se haga con nuevos cazas, aviones de reconocimiento, aeronaves de alerta temprana, drones de reconocimiento o vehículos anfibios.
También para comprar terrenos en el archipiélago de Amami (sur del país) para desplegar personal de sus Fuerzas de Auto Defensa (Ejército) y para que comience a operar una unidad de vigilancia costera en Yonaguni, en la sureña prefectura de Okinawa.
Las Senkaku, administradas por Japón pero reclamadas por China, se han convertido en uno de los principales escollos en las relaciones bilaterales, sobre todo desde que en 2012 Tokio adquirió tres de los islotes que eran propiedad de un particular nipón, lo que desató las iras de Pekín.
Desde entonces, patrulleras chinas han accedido en numerosas ocasiones a aguas que Japón considera parte de su territorio en torno a las disputadas Senkaku, una zona en la que, según Tokio, navíos chinos han apuntado además a buques y helicópteros nipones con sus sistemas de radar.
El compromiso de Abe de potenciar la defensa del territorio ante lo que Tokio considera incursiones de China, se une al deseo de jugar un papel militar más activo en el escenario global.