En Centroamérica cada uno de los estados presentan problemas distintos y poseen dinámicas propias sin embargo, comparten ciertos desafíos y oportunidades. La región está en un proceso de cambio demográfico y en los últimos 50 años se ha convertido en más urbana e inmersa en procesos de modernización.
De acuerdo con Pamela Jiménez, economista y demógrafa, investigadora del Programa Estado de la Nación, la región ha alcanzado 45 millones de habitantes, es decir 10 millones más registrados que en el año 2000, donde Guatemala junto con Honduras representan más de la mitad de la población del istmo.
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El V Informe del Estado de la Región define el bono demográfico como el aumento de la población en edad de trabajar y el descenso de personas dependientes. El rango de esta población activa va de los 15 años hasta 35 años, quienes tienen mayores oportunidades para que el país donde habitan experimente un crecimiento económico.
Para toda la región, el bono demográfico se encuentra en un punto clave donde los países deben aprovecharlo al máximo para así lograr un alto nivel de productividad y por ende un crecimiento económico. Según el informe, las causas para que el bono esté sucediendo son las bajas tasas de mortalidad, las cuales obedecen a mejoras de los servicios públicos de salud, de saneamiento y en la provisión de agua.
El conjunto estas acciones son parte del proceso de modernización del istmo, así como del aumento de buenas políticas de salud. Asimismo, todos los países han reducido sus tasas de fecundidad, en primer lugar están Costa Rica y el Salvador quienes poseen 2 hijos por mujer, mientras Guatemala se sitúa en el último lugar con 3,3 hijos por mujer.
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No obstante, no todos los países viven el bono del mismo modo. Para Costa Rica y Panamá el bono está finalizando, mientras que Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala están experimentando una reducción en las tasas de fecundidad y se espera entre el 2035 y el 2045 empiece a subir la dependencia de adultos mayores por cada persona en edad de trabajar.
“En Costa Rica se termina en el 2020, es decir que estamos a las puertas de finalizar el bono y la discusión debe concentrarse en los desafíos que plantea el envejecimiento. La mayor ventaja la tiene Guatemala, en donde se espera que finalice hasta el 2050, por eso es decimos que aunque Centroamérica posee retos en común, cada país está experimentando de diferente forma lo que es el bono demográfico”, expresó Jiménez.
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La región tiene una población joven , por lo que el informe del Estado de la Región aconseja mejorar la calidad educativa en las zonas rurales de los países así como servicios de salud, implementar mayores campañas de vacunación, de educación sexual, pero además es fundamental, señala, generar mayor cantidad de empleos.
“De nada sirve tener una población centrada en edades productivas si no tenemos empleos. Los cambios demográficos parecen exclusivos para los países desarrollados pero Centroamérica está avanzando demasiado”, señaló la investigadora.