La Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) mantiene un papel protagónico de alto impacto en Guatemala por investigaciones contra la corrupción que hicieron detonar sucesivos escándalos desde abril y que hoy provocaron la renuncia del presidente guatemalteco Otto Pérez. Ante lo había hecho la vicepresidenta Roxana Baldetti.
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En la entrevista el comisionado de la ONU aclaró que esta función cumplida por la CICIG en Guatemala no es una injerencia externa. Velásquez dijo que la Comisión no ejerce sus funciones autónomamente, si no es de manera conjunta con el Ministerio Público (MP).
“Ni siquiera puede acudir por sí (la Comisión) ante las autoridades judiciales para pedir una orden de captura, mucho menos hacerla efectiva, o una orden de allanamiento, o una intercepción telefónica. En todo caso, la Comisión es apoyada por el Ministerio Público, más bien, es una acción conjunta de Ministerio Público y Comisión, lo cual significa, en realidad, que no hay una injerencia extranjera, porque son las autoridades nacionales las que toman las decisiones”, explicó el ex magistrado colombiano.
Los comentarios del comisionado se derivaron de una pregunta sobre la posibilidad de que la CICIG se replique en otros países de Centroamérica donde incluso las sociedades lo han demandado.
“Eso lo determina cada país. Si Guatemala puede ser usada como caso modelo… y qué tan trasplantable es (CICIG) a otras realidades, es una evaluación que en cada país se debe hacer”, comentó.
Velásquez además reconoció la la posibilidad de una comisión de esta naturaleza con fuerza suficiente para enfrentar la cooptación del Estado por el crimen organizado es muy importante en Guatemala, “si en los otros países de la región existe una cooptación del Estado por el crimen organizado, diría: muy bien que haya allá una CICIG” recalcó.