Marcela Jiménez
Unos 13 kilómetros separan el este del oeste de San José, una ciudad de tan solo 44,62 kilómetros cuadrados. Pero esos 13 kilómetros pueden ser un infierno en medio del embotellamiento de las horas pico, cuando trasladarse del hogar al trabajo puede significar hasta 2 horas en transporte público.
En pocos años, el Área Metropolitana de Costa Rica ha sufrido una transformación demográfica importante, al multiplicarse los oficentros y zonas francas dentro de las cuatro ciudades centrales, consolidándose como una sola mancha urbana. Esto ha llevado a una mayor migración del campo a la ciudad y, por ende, ha congestionado las vías de acceso del valle Central.
En realidad, explica Guillermo Carazo, presidente de la Cámara de la Construcción de Costa Rica, esta es una situación que aqueja a otros países con mayor población en América Latina y que recién comienza a sentirse en Costa Rica. Sin embargo, apunta, es una realidad que expone los más profundos problemas de ordenamiento territorial que tiene el país y, en especial, los rezagos de infraestructura vial que se han acumulado en el tiempo.
Es en este panorama donde los desarrollos inmobiliarios mixtos comienzan a tener un protagonismo importante.
Agrupar vivienda, comercio y oficinas en un solo centro puede ser la solución al dolor de cabeza de los profesionales que empiezan a generar centros de trabajo en la ciudad, asegura Carazo. No obstante, este es un concepto que aún se mantiene nuevo y desconocido en Centroamérica, siendo Costa Rica y Guatemala los dos países que comienzan a caminar lentamente en esta dirección.
Aliviar la presión. Oliver Leonowens, director comercial de Calidad Inmobiliaria, desarrolladora guatemalteca, asegura que el desarrollo mixto no es una tendencia que se veía 10 años atrás, por el contrario, es un desarrollo que se manifiesta hasta hace poco.
Aún así, estima que el mercado crece en esta dirección y justifica que su beneficio radica en la presión que le quita a la ciudad. No obstante, Leonowens aclara que la presión vial se aliviaría solo si las personas que viven ahí trabajan también en este punto o en sus alrededores, de lo contrario el problema se mantendría.
Si desea leer el artículo completo consulte nuestra edición impresa #92 o descargue aquí el PDF.