La calificadora internacional degradó este jueves la calificación de riesgo soberano de Costa Rica, la cual pasó de BB+ a BB, y de perspectiva negativa a estable, justificando esta decisión debido a la deteriorada dinámica de la deuda de Costa Rica, impulsada por grandes déficit fiscales desde el 2009 y un continuo bloqueo político que impide el avance de la reforma tributaria para corregir los desequilibrios fiscales.
Para Luis Diego Herrera, economista del Grupo Financiero ACOBO, este cambio generaría una percepción de mayor riesgo país, y provocará que los inversionistas demanden una tasa de interés mayor para colocar recursos en el país, presionando las tasas de interés al alza y encareciendo el costo del financiamiento del país.
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“Es fundamental dar una solución sostenible a la situación fiscal del país, reducir el faltante del gobierno central y modificar la tendencia de la deuda como porcentaje del PIB”, recalcó Herrera.
De acuerdo a la información emitida por Fitch Ratings las propuestas de reforma tributaria del gobierno para controlar los déficits fiscales han tenido pocos avances en el Congreso, dada su estructura fragmentada y el engorroso proceso legislativo.
“Las perspectivas para la aprobación de las propuestas cruciales del valor agregado (IVA) y el impuesto sobre la renta, estimadas para proporcionar cerca del 2% del Producto Interno Bruto (PIB) en ingresos adicionales han disminuido significativamente a medida que se aproximan las elecciones presidenciales y el Congreso de febrero de 2018”, señala la calificadora en su análisis.
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Por otra parte, Fitch menciona que a pesar de la mejora estimada del 0,6% del PIB en 2016 debido en gran parte a las medidas administrativas, se espera que el déficit fiscal aumente durante los próximos dos años debido a una mayor carga de interés y las limitaciones que impone la rigidez del gasto.
Según, Helio Fallas, Ministro de Hacienda, la evaluación de Fitch ratifica una vez más, tal y como lo han expresado en otras oportunidades, que las medidas administrativas son insuficientes y que es urgente contar con nuevas leyes para fortalecer el sistema tributario de Costa Rica.