Hasta un 5% podría bajar el envío de remesas desde Estados Unidos a Honduras, de no aprobarse una ampliación al Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), lo que impactaría en la economía hondureña, sostienen analistas.
Según lo informado, el TPS vence 5 de enero de 2018, por lo que el próximo 15 de julio el gobierno de Honduras entregará oficialmente al gobierno del presidente Donald Trump la solicitud para pedir por una decimocuarta ampliación.
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Para Liliana Castillo, ex presidenta del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), de no renovarse el TPS el país sufrirá aspectos negativos como la reducción de remesas y afectaría en la parte del consumo de los hogares.
Además el éxodo de hondureños, aumentaría los índices de desempleo, puesto que no hay suficientes fuentes de trabajo, porque existe desconfianza de inversionistas nacionales y extranjeros de invertir en el país, por la zozobra que se vive en varios ámbitos.
Por su parte, el experto en inmigración Graco Pérez, refirió que los hondureños con TPS son pocos en comparación con otros compatriotas que están en Estados Unidos sin documentos.
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Por tanto, aseguró Pérez, al cancelarse este beneficio el impacto que tendrá en el envío de remesas será de 5%, y va afectar pero no en las dimensiones que podría imaginarse. “Lo que si será enorme es el drama humano de familias que llevan más de 20 años fuera del país”, agregó.