“Nicaragua no ha cerrado el mercado. Sólo exigimos reciprocidad”, asegura Oscar López, gerente de la Cámara Nicaragüense del Sector Lácteo (Canislac), al referirse a la llamada “guerra de la leche” entre Nicaragua y Costa Rica que impide a empresas de ambos países exportar e importar productos lácteos.
El conflicto inició hace más de un mes cuando el costarricense Servicio de Salud Animal (Senasa) notificó a una empresa nicaragüense procesadora de leche la necesidad de renovar el permiso para comercializar sus productos lácteos en Costa Rica.
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Esta medida fue asumida como “bloqueo comercial” por parte de la empresa nicaragüense que recién fue adquirida por el mexicano Grupo Lala, uno de los principales acopiadores, procesadores y exportadores de productos lácteos en América Latina.
Ante esa situación, los empresarios del sector lácteo nicaragüense exigieron a su gobierno pusiera en marcha los correspondientes mecanismos de reciprocidad y se envió a Costa Rica un equipo de inspectores del Instituto de Protección Sanidad Agropecuaria de Nicaragua.
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“Los inspectores del IPSA encontraron no conformidades en las plantas costarricenses y por eso no se les permitirá ingresar sus productos a Nicaragua hasta que las superen”, asegura el gerente de Canislac.
El Senasa de Costa Rica y el IPSA de Nicaragua son las entidades estatales garantes de la inocuidad de los alimentos de origen animal que ingresan a sus respectivos países, sin su venia no hay autorización para ingresar productos del extranjero.
“De manera sorpresiva, se nos ha informado que hasta nuevo aviso no podremos exportar dado que las plantas no han sido habilitadas para tal fin, por parte de las autoridades nicaragüenses respectivas”, refiere Francisco Arias, gerente de Relaciones Corporativas y Ganaderas de Dos Pinos, quien agrega: “Esta medida nos sorprendió pues durante muchos años, esa calidad Premium se ha exportado a Nicaragua”.
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Este conflicto afecta a varias empresas en Costa Rica (Dos Pinos, Sigma Alimentos y Helados Pops) y en Nicaragua (Lala-Eskimo-La Perfecta), provocando pérdidas económicas en la cadena de producción, procesamiento y comercialización de leche y sus derivados.
“Esperemos que esto se supere en la reunión del Consejos de Ministros de Integración Centroamericana que está reunido en Honduras”, dice el gerente de Canislac.