Alejandra González
Actualmente, más de 100 negocios mexicanos se encuentran expandiéndose en Guatemala, un país que, comercialmente, resulta bastante atractivo. Incluso es considerado el punto de partida para la internacionalización de muchas empresas, sobre todo para las pequeñas y medianas.
¿Por qué el crecimiento saludable no es suficiente para Guatemala?
La piedra angular ha sido el TLC Único, asegura José Luis Alvarado, encargado de asuntos económicos de la Embajada de México en Guatemala, “a partir del 2001 que tuvimos un primer Tratado de Libre Comercio hasta la fecha, el comercio ha crecido en una tasa superior al 250%. Eso se traduce en que México es el segundo socio comercial de Guatemala a nivel mundial y el primero a nivel latinoamericano, lo cual ha sido muy positivo”.
Solo el año 2015, según el Banco de Guatemala, el comercio bilateral cerró con US$2,469,912.30, una de las cifras más altas que se ha tenido a lo largo de la historia.
Un excelente clima de negocios
Allan Higueros, Director de COEL Guatemala y Centroamérica -empresa mexicana especializada en productos de consumo de energía eléctrica y que recién incursiona en Guatemala-, destaca que este mercado no resulta nada complejo para los empresario, por lo tanto existe mayor facilidad en la adaptabilidad, lo cual motiva al empresario mexicano a invertir en el mercado guatemalteco.
COEL es la primera vez que sale de México y aunque iniciaron operaciones en 2015, un año políticamente y económicamente inestable para Guatemala, esperan que este 2016 con el inicio de un nuevo Gobierno, un crecimiento del 200%, abrir una segunda tienda y poderse expandir a El Salvador.
Para el 2018, esta empresa caracterizada por su elemento diferenciador -la gestión de calidad-, estima poder generar, al menos, 250 empleos fijos, entre directos e indirectos en el país guatemalteco y expandir sus servicios al resto del terreno centroamericano.
Pero no sólo se trata del mercado guatemalteco. México, de igual forma, es un territorio con amplias oportunidades, con alrededor de 120 millones de habitantes, una clase media pujante y creciente, con poder adquisitivo en aumento y con una gran ventaja logística señala Alvarado, “nuestras fronteras con conexiones aéreas con Europa y con la frontera de Estados Unidos, permiten también que Guatemala se pueda integrar en esa misma cadena de valor y generar mayor prosperidad”.
Las zonas fronterizas, una prioridad
Aunque el crecimiento ha sido constante, agilizar aún más el flujo comercial, sigue siendo un gran reto para ambos gobiernos. No hay que olvidar que parte del comercio con Guatemala y México pasa por la frontera de Ciudad Hidalgo, Tecún Umán II, y a pesar de que existe una excelente comunicación a nivel frontera, es necesario seguir trabajando en la mejora de las condiciones en este aspecto.
“Es un buen momento para que Centroamérica se acerque a México”
En este sentido, se está desarrollando un proyecto que a nivel binacional busca generar un marco más amplio de la modernización de la infraestructura fronteriza.
Aunado a ello, Alvarado comenta que se espera próximamente entre en efecto en México, la Ley de Zonas Económicas Especiales, una iniciativa que a grandes rasgos contempla un compromiso del Gobierno de mayor inversión en comunicación, infraestructura e innovación, grandes beneficios fiscales y laborales, proyectos a mediano y largo plazo, un régimen aduanero especial y una ventanilla única.