Amafredo Castellanos
La agencia calificadora de riesgo Moody´s Investors Service confirmó el martes 26 de mayo último la calificación de Ba1 para Guatemala, aunque modificó la perspectiva de estable a negativa.
El gobierno de Guatemala, a través de un comunicado del Ministerio de Finanzas Públicas, calificó como “precipitada” la decisión y advirtió que todas las variables macroeconómicas del país se mantienen “estables” pese a la crisis institucional generada por dos sonados casos de corrupción.
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El anuncio de Moody´s Investors Service contradijo los pronósticos de las autoridades guatemaltecas, incluyendo el que manifestó a Mercados & Tendencias el comisionado presidencial para la Competitividad, Juan Carlos Paíz, según el cual no había motivos de alarma.
“Nuestra calificación de riesgo actual es “Ba1 estable”, lo que nos ubica muy cerca de entrar al rango de los países con grado de inversión”, dijo Paiz mediante una consulta vía electrónica.
Según el Ministerio de Finanzas, el mantenimiento de la calificación de riesgo crediticio de Guatemala de Ba1 refleja un firme compromiso del gobierno con políticas fiscales y monetarias prudentes, déficits pequeños en la cuenta corriente, un tipo de cambio flexible, inflación baja, déficits fiscales moderados y una carga de deuda manejable.
La agencia calificadora también destacó los bajos niveles de ingreso, altas tasas de pobreza, perspectivas de crecimiento económico moderadas en el mediano plazo e instituciones que necesitan ser fortalecidas.
El peso de la crisis. Moody´s revisó de estable a negativa la perspectiva de su calificación, basada en que la actual crisis política que experimenta Guatemala genera incertidumbre, aunque reconoce que es baja la probabilidad de que estos eventos puedan impactar negativamente en la estabilidad macroeconómica y la fortaleza financiera del gobierno.
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La agencia calificadora indicó que la perspectiva podría regresar a estable si: (i) la estabilidad política es restaurada; y, (ii) la estabilidad macroeconómica y el compromiso con la administración conservadora de las finanzas públicas se mantienen a lo largo de la crisis política.
“Si bien respetamos la decisión de Moody´s, consideramos que la misma podría ser precipitada, ya que la historia de las últimas dos décadas demuestra que los eventos políticos, impactos de desastres naturales, de coyunturas económico-financieras adversas y de crisis mundiales, no han incidido en la estabilidad macroeconómica del país y se ha mantenido la prudencia de las políticas fiscales y monetarias”, reaccionó el gobierno guatemalteco.
Por último -destacó el comunicado oficial-, es preciso señalar que los acontecimientos de las últimas semanas en el país no han tenido un impacto en las principales variables macroeconómicas y financieras, y confiamos en que dicha situación se mantenga, dado que todos los acontecimientos se han desarrollado en un marco de respeto a la ley y a la institucionalidad del país.