La calificadora de riesgo Fitch Ratings valoró que la inestabilidad política recurrente en Nicaragua podría socavar el clima de inversión y el crecimiento económico, que para este año la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) proyectó en 5%, uno de los más altos de la región.
La calificadora se basan en los hechos violentos que se registraron en Nicaragua, tras anunciar el Gobierno una serie de medidas para rescatar al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS). Fitch considera que el descontento político en el país se debe a un aumento en la centralización de poder de la administración del presidente Daniel Ortega, “como resultado de las elecciones nacionales y municipales de 2016 y 2017, respectivamente”.
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El año pasado, esta agencia calificadora de riesgo crediticio ratificó la calificación de la deuda soberana de largo plazo en moneda nacional y extranjera de Nicaragua en “B+” con perspectiva estable. La firma también certificó en “B” la calificación de la deuda soberana de corto plazo en moneda nacional y extranjera, y mantuvo el techo país en “B+”.
A criterio de Fitch, este retroceso al paquete de medidas para salvar las finanzas del INSS, en medio de protestas generalizadas en Nicaragua, conducirá a un aumento de los requisitos de financiamiento del gobierno general y la deuda en 2018 y 2019.
“Las reservas de efectivo del INSS proyectadas previamente hasta el 2019 se han agotado más rápido de lo esperado. Las protestas y la violencia sobre el INSS también subrayan los riesgos políticos de un proceso de formulación de políticas cada vez más centralizado, reflejado en los indicadores de gobernabilidad débiles de Nicaragua”, analizó la calificadora.