El presidente del Instituto Nicaragüense de Energía (INE), Óscar Mojica, informó en una conferencia de prensa que la tarifa de electricidad subirá 2% este año. El alza llega luego de un acuerdo entre la entidad, el Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) y la Cámara de Energía de Nicaragua (CEN).
El presidente del COSEP, José Adán Aguerri, comentó que nadie quiere un aumento en el costo de la energía, pero que al menos se pudo negociar para que éste fuera del 2%, y así lograr un menor impacto en los consumidores.
Le puede interesar: Sector privado empuja la generación de energía en Nicaragua
El incremento llega después de dos años de no tener aumento en la energía y, de acuerdo a lo informado, esta alza responde a que desde septiembre de 2016 el precio del búnker pasó de US$32 a US$42.5.
“Las empresas que están en la formalidad habían hecho sus presupuestos contemplando un incremento en los precios de la energía superior al 2%, con base en los precios del búnker a finales del año pasado. No va a ser tan alto el impacto como lo habíamos presupuestado”, expresó Aguerri.
Asimismo, se detalló que se mantendrá el subsidio a los sectores productivos, entre ellos el turismo y el agropecuario, y que por el momento no se espera que durante el resto del año se vuelva a aumentar los precios.
De acuerdo con el directivo, contrario a lo que se vive en otros países de Centroamérica, como por ejemplo El Salvador, donde se está incrementando cada tres meses la tarifa, en Nicaragua hay un acuerdo para que no a a haber más incremento en el resto del año”, expresó.
Además puede leer: Nicaragua producirá 44 megavatios de energía con la fuerza del viento
Por otro lado, Juan Sebastián Chamorro, director ejecutivo de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (FUNIDES), considera que el incremento restará competitividad en los diferentes sectores de la economía, ya que la evolución de las tarifas eléctricas en el resto de países de Centroamérica han seguido un patrón diferente y con reducciones mayores.
“Cada vez que se incrementa el precio de un insumo, en este caso uno tan clave como la energía, el país encarece su capacidad productiva y se traslada o al consumidor, que viene por ejemplo a disfrutar los servicios turísticos, o en el precio de los productos reflejado en mayores precios”, explicó Chamorro.