Jimena Quintero Directora Senior, Llorente & Cuenca, consultoría de comunicación en América Latina
¿Cómo ha logrado Panamá que su localidad sea el epicentro de economías globales? Esta pregunta tiene muchas respuestas, una muy contundente es el Canal de Panamá: la joya de un país joven, pujante y visionario.
Durante el tiempo que la vía acuática estuvo administrada por Estados Unidos, el aporte al Estado panameño fue de US$1.833 millones. Según los datos de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), la administración panameña logró en 13 años septuplicar las ganancias, que ascendieron a US$10.000 millones.
Pero Panamá no solo tiene el Canal enmarcado en 100 años de historia, ahora tiene la ampliación, que traerá muchas ventajas competitivas, una de ellas es el incremento de los buques gaseros que va a impulsar la homogeneización del precio del gas y que dará a Panamá la oportunidad de convertirse en una plataforma energética.
En los últimos 10 años, la nación canalera ha mantenido un discurso sólido en su visión de país y la proyección de una economía sostenible, posicionándose como un hub de servicios.
El 5% del comercio mundial viaja a través del Canal de Panamá, un centro financiero sólido y competitivo, un sistema de puertos y logística de primer nivel, la segunda zona libre más grande del mundo, una economía de servicios y un gran aeropuerto.
Economía de reputación. Según el Reputation Institute, existe la economía de la reputación, que es la percepción de los grupos de interés sobre un país, que condiciona el visitar, invertir, que se elija como lugar para vivir o trabajar, o se decida comprar productos y servicios originados en este.
Dichos comportamientos tienen un impacto directo en la creación de valor del país a nivel económico, político y social.
En el 2007, el Gobierno de Martín Torrijos impulsó esa creación de valor con la Ley SEM 41, una invitación directa y atractiva dirigida a las empresas multinacionales para instalar sus casas matrices en Panamá, bajo un triángulo sencillo y perfecto para los negocios: ventajas tributarias, facilidades migratorias y conectividad con más de 70 destinos directos.
Desde que esta ley se creó, a Panamá han llegado más de 100 multinacionales que han visto en la geometría de sus negocios un triángulo perfecto para la gestión del futuro, por ejemplo L’Oréal, Telefónica, LG, Dell, Cemex, Argos, Unilever, BOSCH, Philips, Aes, OTIS, Caterpillar, 3M, Bacardi, Pacific Rubiales Energy y P&G, esta última por políticas de compañía decidió instalar en Panamá su centro de operaciones para América Latina y movilizó a partir del 2012 a más de 1.000 familias.
Las ventajas son claras en el régimen migratorio especial, las visas de personal permanente de sede de empresa multinacional y visa personal temporal de SEM no requieren de per-miso de trabajo en Panamá. Además, algo muy atractivo para los emplea-dos es que al momento de trasladarse por primera vez a Panamá están exonerados del pago del impuesto de importación sobre el menaje de su casa y automóvil.
Si desea leer el artículo completo visite la versión digital en kiosco.grupocerca.com