La actividad económica de Guatemala parece pender de un hilo. El país encara esta semana decisiones históricas en el plano político. El Congreso debe decidir si despoja o no de su inmunidad al presidente Otto Pérez, vinculado a una estructura de defraudación tributaria y quien descartó renunciar, mientras se cumple la recta final a los comicios del domingo 6 de septiembre.
Según Lizardo Sosa, ex presidente del Banco de Guatemala y ex ministro de Economía y actual candidato presidencial, el panorama económico es sombrío, “mientras no se vislumbre una salida institucional a la crisis de confianza en que ha caído en gobierno. Esto seguirá proyectando una imagen negativa para seguir realizando inversiones en el país”.
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Manfredo Marroquín, presidente de Acción Ciudadana, dijo que la votación que corresponde al legislativo para decidir si retira o no la inmunidad al presidente Pérez, influirá en el evento electoral del domingo.
“El hecho que el presidente no haya atendido el clamor de la población exigiéndole renuncia y haya decidido permanecer en el poder influye mucho en el clima electoral. Creemos que no le hace bien al evento del domingo, le quita certeza y tranquilidad. Eso significa que el Congreso tiene en sus manos, esta misma semana, ofrecer un mejor ambiente a la cita en las urnas”, dijo Marroquín.
Sosa dijo que atendiendo a los desafíos económicos inmediatos, es necesario que las elecciones previstas para el próximo domingo se cumplan de acuerdo con el cronograma electoral, a fin de sostener el régimen constitucional.
Así lo concibe también la Organización de Estados Americanos (OEA). Su secretario general, Luis Almagro, quien consideró que Guatemala puede resolver su situación a través del voto, garantizándose de esa manera lacontinuidad del proceso democrático.
Javier Zepeda, director ejecutivo de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), consideró que es “importante” que el guatemalteco asista a las urnas y que vote. Advirtió que votar nulo o abstenerse favorece al clima de desconfianza y por lo tanto a la corrupción y a la debilidad de las instituciones.
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“Es posible que el votante sienta desgano por considerar que no existe el candidato ideal, pero el llamado que le hacemos es que, precisamente, haga el ejercicio de analizar a las diferentes opciones que se le presentan y con base a ello asista a las urnas y el 14 de enero se inicie un nuevo proceso con nuevas autoridades, para trabajar con ellas y construir una nueva Guatemala”, comentó.