De acuerdo con el estudio “Momento decisivo: La educación superior en América Latina y el Caribe”, la educación superior es clave para incentivar el crecimiento y reducir la pobreza y la desigualdad.
Por su parte, el Vicepresidente del BM para América Latina y el Caribe (ALC), Jorge Familiar, aseguró que para asegurar la igualdad de oportunidades, la región debe mejorar la calidad de su educación y brindarles a sus estudiantes una mejor información respecto a programas, incentivos adecuados y opciones de financiamiento, así como generar nexos con el mercado de trabajo. “También se debe optimizar la normativa que regula a las instituciones de educación superior para mejorar su rendición de cuentas respecto a los servicios que prestan”, expresó.
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Asimismo, el directivo enfatizó en que una buena educación juega un papel importante al momento de mejorar las perspectivas de ingreso, ya que el informe encuentra que en promedio para ALC, un estudiante con título de educación superior percibirá más del doble que un estudiante con un diploma de secundaria.
Otro de los hallazgos del estudio es que el porcentaje de individuos, entre los 18 y 24 años de edad, inscritos en educación superior en ALC creció de 21% en 2000 al 40% en 2010. “Si bien la desigualdad en el acceso aún abunda, se han registrado avances considerables, en particular entre grupos de ingreso bajo y medio. En promedio, el 50% más pobre de la población representaba el 16% de los alumnos de educación superior en 2000, pero esa cifra creció a alrededor de 25% en 2013”, se detalló.
Por otro lado, María Marta Ferreyra, autora del informe, aseguró que se ha experimentado una gran expansión en el número de instituciones de educación superior y en la tasa de inscripción, especialmente entre alumnos de bajos recursos. “Sin embargo, los resultados están por debajo de su potencial, apenas la mitad de los estudiantes que ingresan a la educación superior obtiene su título entre los 25 y 29 años de edad, ya sea porque continúan estudiando o porque abandonaron los estudios”, dijo.
Según el BM, algunas de las causas de la elevada tasa de abandono incluyen la falta de preparación académica y la falta de medios económicos entre alumnos de escasos recursos. También puede deberse a la larga duración de algunos de los programas así como la falta de flexibilidad para cambiar de carrera.
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El informe concluye que la formación de capital humano calificado no es suficiente para elevar la productividad, el crecimiento y la equidad. “También debe existir un entorno en donde las empresas puedan generar puestos de trabajo de calidad que a su vez hagan un uso productivo de esa fuerza laboral más capacitada”, detalló.