Al asumir el poder, Morales tuvo un discurso mesurado y realista al contexto de crisis que se presenta en el país, caracterizado por la corrupción y la influencia de las mafias. Esto fue reconocido por el propio mandatario entrante, quien al dirigir su discurso se cuidó de no caer en la tentación de hacer promesas sin fundamento, como sí lo hicieron sus antecesores en las últimas décadas.
Morales simplemente se comprometió a luchar “desde el primer día” contra la corrupción y a trabajar. En este sentido, también llamó a la unidad a los guatemaltecos para evitar que lo alcanzado durante el histórico año 2015 –cuando un presidente en funciones renunció y fue a prisión bajo cargos de corrupción-, se pierda.
El 2016 demanda modelo a prueba de corrupción
Por otro lado, explicó que “esa enfermedad (la corrupción) nos carcomía”, pero que en 2015 provocó una reacción con manifestaciones en las que “ondeó la bandera” y “comprobamos que Guatemala es una y que debemos trabajar todos”.
“No nos dejemos robar esa unidad que con tanto esfuerzo alcanzamos, unidos, para trabajar juntos y solucionar los problemas que nos tienen de rodillas”, pidió.
“No falsas promesas”
El nuevo presidente además recalcó que durante la campaña política “fueron mesurados. No prometimos lo que no podíamos cumplir. Pero, no tolerar la corrupción y el robo, eso sí lo prometimos y lo haremos desde el primer día”, ofreció.
El presidente, de 46 años, reiteró su “compromiso con Guatemala” y pidió escuchar con atención un mensaje de compromiso personal: “me comprometo a dar lo mejor de mí, a una vida de honor, sacrificio y esperanza, a hacer el bien siempre, a defender lo que hemos logrado y a no dar ni un paso atrás para lograr la Guatemala feliz, la Guatemala inmortal, lo que todos deseamos“, expresó.
Morales asume presidencia de Guatemala con grandes expectativas
Repitiendo el mensaje, invitó a los asistentes a la ceremonia a ponerse de pie y a hacer este mismo juramento, también lo pidió a los guatemaltecos que seguían la transmisión por televisión.
Reconoció que los retos al asumir la presidencia son múltiples y serios y advirtió que “sólo no puedo; necesito de todos los guatemaltecos”
El juramento del presidente Morales fue tomado por el presidente del Congreso, diputado Mario Taracena.
En otra parte de su discurso, el presidente Morales instó a los guatemaltecos a trabajar y a creer en una “nueva Guatemala”.
Para lograrlo, “necesitamos tres cosas: trabajar, trabajar y trabajar”, advirtió.
La elección del nuevo presidente guatemalteco se dio tras la renuncia el 2 de septiembre del presidente Otto Pérez, involucrado en una serie de escándalos de corrupción destapados por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
Morales sustituyó al presidente transitorio, Alejandro Maldonado, un ex magistrado de la Corte de Constitucionalidad (CC), que había sido nombrado vicepresidente en mayo tras la dimisión de Roxana Baldetti, también procesada por corrupción. Maldonado se hizo cargo de la presidencia con la renuncia de Pérez.