La economía global avanza hacia un crecimiento estable en 2025, impulsada por un sólido desempeño en Estados Unidos y países emergentes de Asia.
(M&T)-. Este panorama genera expectativas positivas para las economías locales, como Costa Rica, que enfrenta un año marcado por oportunidades y desafíos.
Según el informe de perspectivas económicas de BN Valores, Costa Rica proyecta un crecimiento del 3,9% para 2025, ligeramente menor al 4,1% del año anterior. Este ritmo de expansión supera al promedio de los principales socios comerciales del país, destacando actividades clave como servicios, zonas francas y construcción. Aunque el dinamismo económico se concentrará en estos sectores, el mercado laboral podría experimentar avances limitados debido a la falta de reformas estructurales recientes.
Las zonas francas continuarán siendo un motor esencial para la economía costarricense, creando nuevas oportunidades laborales. Además, el sector servicios se posiciona como un pilar del crecimiento. Por otro lado, la estabilidad en los precios de las materias primas importadas impulsará el consumo de los hogares, manteniéndolo en niveles similares a 2024.
La inflación baja y una posible reducción en las tasas de interés ofrecen un respiro tanto para las familias como para las empresas, facilitando el acceso al crédito y favoreciendo la inversión.
Retos y oportunidades globales
En el ámbito internacional, el desempeño de Estados Unidos contrarrestará las revisiones a la baja de economías europeas, mientras que China e India lideran entre los países emergentes. No obstante, persisten riesgos como tensiones geopolíticas y climáticas, factores que podrían alterar las proyecciones económicas globales. La moderación de la inflación en economías principales y las políticas de la administración estadounidense serán determinantes para las tasas de interés en dólares, afectando directamente a las economías dependientes de esta moneda.
El panorama económico de Costa Rica para 2025 combina estabilidad y desafíos. Si bien se prevén avances en sectores específicos, es esencial fortalecer las políticas públicas para mantener un crecimiento sostenible. Las familias y empresas deben estar atentas a los cambios en el contexto global, especialmente en políticas económicas y tensiones comerciales internacionales.
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