Por Néstor Amaya
Para muchos, la Felicidad Nacional Bruta (FNB) o Felicidad Interna Bruta (FIB) es un término nuevo, sin embargo fue en 1972 cuando el rey de Bután, país ubicado al sur de Asia, lo propuso como respuesta a las críticas de la constante pobreza económica de su país.
La FNB o FIB es un indicador que mide la calidad de vida de los miembros de un país, se basa, en general, en el verdadero desarrollo de la sociedad humana tanto material como espiritual.
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A diferencia del Producto Interno Bruto (PIB), que refleja el valor monetario de la producción de bienes y servicios, la FNB califica el bienestar y felicidad de las personas pertenecientes a un país.
La FNB está basada en cuatro pilares: la promoción del desarrollo socioeconómico sostenible e igualitario, la preservación y promoción de valores culturales, la conservación del medio ambiente y el establecimiento de un buen gobierno. La importancia que algunos países le dan al FNB se debe a que se cree que es un elemento clave para el desarrollo de la economía de un país.
Para poder medir el FNB, se realiza un cuestionario de 180 preguntas donde se establecen nueve dimensiones o categorías, tales como: bienestar psicológico, uso del tiempo, vitalidad de la comunidad, cultura, salud, educación, diversidad medioambiental, nivel de vida y Gobierno.
El realizar una encuesta se mide el FNB y sus prioridades, en los últimos años países como Bután, país pionero de dicha práctica, ha fomentado el bienestar de la población por encima del desarrollo material; este país también posee un Centro de Estudios e Investigación de la Felicidad Nacional Bruta.
Otro caso fue de Venezuela, que en 2013 creó el Viceministerio para la Suprema Felicidad Social del Pueblo; y Ecuador cuenta con una Secretaría del Buen Vivir; otros países como la India y los Emiratos Árabes Unidos cuentan con sus Ministros de Felicidad.
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Por otra parte, Estados Unidos, Tailandia, Francia y Canadá, ya han iniciado con prácticas para calcular los niveles de felicidad nacional.
En conclusión, este método de calculo para el desarrollo de un país, que ya está siendo cuestionado por muchos expertos tanto en economía como en la sociología ya que una buena PIB trae más riqueza material a un país, no garantiza la calidad de vida de los habitantes de ese país, ya que más competencia y éxito, más estrés y enfermedades nerviosas y psicológicas.