Según información del Banco Mundial, República Dominicana lleva alrededor de 3 años sosteniendo un alto nivel económico debido a los ingresos generados por los sectores construcción, manufactura y turismo.
El informe también detalla que la creación de nuevos empleos en República Dominicana está asociado a sectores emergentes, y el alto nivel de remesas con que cuentan los dominicanos. Asimismo, indica que el consumo privado ha logrado sostenerse con una inflación por debajo del 1%.
Las cifras revelan que el dinamismo de la economía dominicana actualmente está impulsado, principalmente, por el desempeño de los sectores minero (con un crecimiento de 26.5% en 2016), la intermediación financiera (11%), el sector agropecuario (9.6%) y la construcción (8.8%).
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De seguir el escenario de estabilidad proyectado en en estos sectores, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) proyecta un crecimiento económico para el país de 6.2% en 2017.
Durante el último trimestre de 2016, la industria minera dominicana reflejó un aumento de 40.1% y 42.3%, en producción de oro y plata. Cabe destacar que ésta depende de la extracción de ferroníquel, oro, plata, cobre, yeso, sal, arcilla y minerales industriales. Sin embrago, cabe resaltar que si bien la actividad minera mostró un crecimiento importante, esta actividad representa apenas un 2.2% del PIB de la isla.
En 2016 el mercado metalúrgico dominicano ganó dinamismo con la reanudación de operaciones de la compañía Falconbridge Dominicana (Falcondo), las cuales habían sido paralizadas en 2013, invirtiendo más de US$19 millones entre agosto 2015 y julio 2016 y generado cerca de mil nuevos empleos directos e indirectos.
Desde el reinicio de sus operaciones, la firma han colocado alrededor de US$60 millones en exportaciones de ferroníquel en los mercados europeos, africanos y asiáticos.
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Según se detalla, otro sector que también ha sido un elemento clave es el de la construcción, el cual registr una expansión de 8.8% a raíz de la ejecución de proyectos privados, los cuales incluyen residenciales, nuevos complejos turísticos, modernización del sistema vial nacional, así como inversiones del sector público en escuelas y proyectos de vivienda bajo la modalidad de alianzas público privadas.
Aunque con menor dinamismo, el sector de manufactura representa 10.6%, y también destaca el sector agropecuario, el cual creció 9.6% en 2016 y representó 5.5% del PIB de la economía. Según el BM, su dinamismo se derivó del impulso de programas técnicos y una mejoría en las condiciones climáticas.