De acuerdo al estudio realizado por la compañía Euromonitor International sobre las principales tendencias globales de consumo para 2017, el consumidor actual busca autenticidad en los productos que adquieren y esperan elementos de personalización tanto en bienes producidos en masa como en artículos de lujo.
La reverencia cultural por el bienestar ha llevado a muchos consumidores a considerarlo un símbolo de estatus, especialmente a medida que la importancia de los bienes materiales ha ido declinando como indicador de logros. Los requerimientos de los consumidores incluso se han extendido a la experiencia post-compra, es decir, a la relación con las marcas una vez que ya ha ocurrida la transacción.
Además: ¿Cuál es el país con los consumidores más optimistas de Centroamérica?
Acá le mostramos cuáles con esas características que describen al consumismo actual y que sin duda serán infaltables en la estrategia de marketing de su empresa para poder hacer frente a un mercado tan competitivo y demandante.
La economía de la longevidad
En 2017 casi un cuarto de la población del planeta tendrá más de 50 años, un número récord. Estos consumidores están transformando lo que significa la vida de un adulto mayor y son más demandantes respecto a sus necesidades de consumo, lo que ha dado lugar a aquello que se conoce cada vez más como la “economía de la longevidad”.
A la vez ansiosos e inspirados por el envejecimiento, son entusiastas consumidores de una larga lista de productos para la salud y belleza y de opciones vanguardistas, además de ser muy receptivos frente a los desarrollos tecnológicos.
Niños con poder
Las actuales demandas familiares están lanzando a los más jóvenes al consumo en una etapa más temprana. Esta realidad otorga mayor influencia a los niños, no solo en el consumo familiar, sino como consumidores en entrenamiento. Cada vez más los padres ven con buenos ojos la participación de los niños en las decisiones de compra, en lugar de percibirla como una molestia.
Lea también: ¿Cómo seducir al consumidor cuando es un millennial?
Los padres buscan la opinión de sus hijos en decisiones como adónde ir a cenar, qué tipo de auto comprar e incluso qué ropa usar. La vida en línea está exponiendo a los niños a oportunidades de compra y marcas que determinan el inicio de una relación de consumo en evolución.
Consumidores extraordinarios
Hemos alcanzado un punto en que los artículos producidos en masa han perdido parte de su atractivo. Internet permite a los clientes comprar productos y servicios únicos, personalizados y exóticos, y discutir sobre ellos. Estos “consumidores extraordinarios” están acaparando parte del protagonismo y especificando sus necesidades.
Estos consumidores también caen dentro de categorías de consumidor “atípico” en términos de altura, seguridad, peso, capacidad física, mano dominante, gusto musical y experiencia de sonido o tolerancia a los alimentos. Estos subconjuntos ahora están encontrando su voz y demandando más opciones de compra y diseños que ofrezcan soluciones.
Compras más rápidas
En 2017, los consumidores estarán impacientes. El mundo digital los ha adiestrado para convertirse en los así llamados “IWWIWWIWI” (I want what I want when I want it), es decir, “yo quiero lo que quiero cuando lo quiero”, consumidores impulsivos y en busca de gratificación inmediata. Ellos desean sus servicios para ayer y un diálogo virtual en tiempo real con sus marcas. Hacer pedidos por adelantado ya no es suficiente.
De interés: 5 consejos para que su estrategia de marketing sea un éxito
Experiencia post-compra
En 2017, los compradores prestarán más atención a su experiencia post-compra, una parte cada vez más importante de la oferta de valor de un producto o servicio. El contacto post-compra con representantes de la empresa, el medio y tono de la respuesta también son partes críticas de la experiencia del cliente, influyendo en la visión que se forman del negocio.
Con las mayores expectativas de servicio del cliente, la voluntad de la marca de enfocarse en quejas y consultas post venta influenciará la voluntad de un consumidor para recomendar o criticar además de considerar una nueva compra.
Bienestar como símbolo de estatus
El deseo de mantenerse en forma y saludable parece ser casi universal. Una vida saludable se está convirtiendo en símbolo de estatus a medida que más consumidores optan por hacer alarde de su pasión por el bienestar a través de sesiones boutique de ejercicio, el uso de vestimenta deportiva en toda instancia de vida, también llamada ropa “athleisure”, alimentos con propiedades saludables y exclusivas vacaciones orientadas a la salud y bienestar.
En un momento en que consumir “cosas”, anteriormente un indicador de riqueza, está pasando a un segundo plano, la falta de cosas, de exceso de grasa e incluso de pensamientos egoístas, ahora define la aspiración y está en el centro del interés del consumidor por el bienestar.